Un poco al estilo de Manuel Bartlett, en cuestiones relacionadas con bienes raíces, Alfonso Durazo escondió nueve propiedades, casas y locales en México y Estados Unidos, que juntas tienen un valor de 214 millones de pesos. Sin embargo, el problema aquí es que el exsecretario no las registró en sus declaraciones patrimoniales y las ha ocultado mediante su familia.
Al menos, esto ha revelado una investigación hecha por el periodista Mario Gutiérrez Vega para Latinus. De acuerdo con la información, Alfonso Durazo escondió estas casas vía una empresa, cuyos accionistas son su esposa y dos de sus hijos, pero en la que él trabajó como administrador y fue nombrado como representante
Entre las propiedades que aparecen a nombre de la inmobiliaria Alta Sierra S.A. de C.V. está un rancho de mil hectáreas, ubicado en Agua Prieta y adquirido en un millón de pesos por allá de 2012, ahora el valor de esta propiedad alcanza los 55 millones—, locales de alta plusvalía y una oficina que renta a la Secretaría de Seguridad Pública de Sonora.
Las compras de estas casas y locales se realizaron entre 1994 y 2016, cuando Alfonso Durazo se desempeñaba como diputado Federal, dirigente de Morena o coordinador estatal de la segunda campaña de AMLO.
En el paquete de bienes raíces también está una casa ubicada en Arizona, Estados Unidos, pero que igual nunca apareció en la declaración patrimonial de Durazo cuando se desempeñó como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana.
Lo más raro de este caso es que cuando Durazo era secretario de AMLO, en la declaración patrimonial de 2018, sí reconoció ser propietario de dos cuentas bancarias precisamente a nombre de Alta Sierra. ¿Por qué no registró de una vez las nueve casas?
Como dato extra, a pesar de que las casas y locales están a nombre de Alta Sierra, Durazo recibió un poder que lo declaraba como representante de esta inmobiliaria y durante años apareció como su administrador.