A diferencia de la primera ola de contagios, en esta tercera ola cada estado y cada municipio está enfrentando la pandemia como cree que es mejor y como puede. En Cosalá, pueblo mágico de la sierra de Sinaloa, decidieron implementar un toque de queda para tratar de controlar los contagios de COVID imponiendo estrictas medidas para reducir la movilidad y las actividades públicas.
“A toda persona que se encuentre después de las 10 de la noche, deambulando, sin tener una causa justificada, se le aplicarán los correctivos que imperan en el bando de policía y buen gobierno”, dijo Emiliano García, secretario del Ayuntamiento Cosalá, Sinaloa.
Sinaloa es uno de los siete estados en semáforo de riesgo epidemiológico color rojo. Uno de los municipios más afectados es Cosalá, donde las autoridades anunciaron varias medidas para tratar de disminuir los contagios. la primera disposición fue prohibir que la gente esté en la calle después de las 10 de la noche.
“Estamos dando recorridos de prevención y vigilancia en el pueblo, para prevenir reuniones, aglomeraciones de personas. Le pedimos de manera respetuosa que se puedan retirar a su casa, ahorita no es hora de estar tomando en vía pública, estamos con el problema de la pandemia y todo ese problema”, señaló Julio César Sánchez, policía Municipal de Cosalá, Sinaloa.
La mayoría de la gente está cumpliendo el llamado para que después de las 22 horas de la noche no salga nadie para evitar contagios de COVID-19.
La segunda disposición fue suspender los permisos para fiestas y reuniones. Sin embargo, todas las noches los policías constatan que, mientras unos festejan y se exponen en grupo, otros trabajan con enfermos COVID y preparan traslados de emergencia.
De día, las autoridades municipales ordenaron cerrar museos, deportivos, albercas y demás atracciones turísticas en Cosalá.