La Comisión de Quejas del Instituto Nacional Electoral (INE) desechó -en sesión extraordinaria- dictar medidas cautelares contra el presidente Andrés Manuel López Obrador por convocar a participar en la revocación de mandato, pero le advirtió que no lo puede hacer a través de su conferencia de prensa dado que aún es un ejercicio incierto porque se encuentra en la fase de recolección de firmas.
“Se hace esta advertencia, de si se realizan pronunciamientos similares, entonces podríamos estar ante conductas antijurídicas, y esta comisión podría dictar medidas preventivas incluso de manera oficiosa… entonces la medida cautelar resultaría improcedente pero se hace ese llamado a los servidores públicos para que se ajusten al marco jurídico”, expresó la consejera Adriana Favela, presidenta de la comisión.
De manera unánime, los integrantes de la comisión desecharon dictar las medidas cautelares solicitadas por el PRD porque la realización de este ejercicio aún no es certera.
“Está claro que el presidente de la República hizo alusión, incluso sin que mediara pregunta de algún reportero al tema de revocación de mandato, y de esta manera empieza a abordar un asunto en el cual la promoción de este ejercicio corresponde en exclusiva al Instituto Electoral y a ningún otro espacio del Estado”, se señaló.
“Me parece que sí estamos ante actos posiblemente ilícitos, pero hay que decir que es la primera vez que esta comisión conoce de una queja de la conducta del titular del Ejecutivo federal vinculada con la revocación de mandato”, resaltó el consejero Ciro Murayama.
Recordó que el caso es similar a lo ocurrido en vísperas de la elección intermedia, cuando el presidente hizo mención negativa de la alianza PAN, PRI, PRD en Baja California, y no se dictaron medidas cautelares.
Luego fue una acción recurrente -ya dentro del proceso- y se estableció una sanción, la cual fue ratificada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
En su conferencia del 3 de noviembre, López Obrador llamó a los ciudadanos a participar en la revocación, aunque se mostró titubeante al no tener certeza de si podía hablar o no del tema, pues el tribunal electoral, lo prohibió.
El morenista argumentó que tenía que hacerlo porque los “conservadores” sólo son demócratas “cuando les conviene”, y en este caso no iban a promover el ejercicio para que no tenga el alcance necesario, que requiere recolectar 2.7 millones de firmas.
El día 5 retomó el tema, asegurando que hizo una consulta y sí podía tocar el tema.