La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cargó contra los artistas que participaron en la campaña “Sélvame del tren”, en la que actores como Eugenio Derbez y Bárbara Mori, o cantantes como Natalia Lafourcade o Rubén Albarrán piden la cancelación del tramo 5 del Tren Maya, que se construye en el estado de Quintana Roo. La institución público les acusó de incurrir en desinformación o promover información errónea.
La dependencia federal emitió un posicionamiento este viernes en el que cuestiona
La Semarnat dijo que los participantes en la campaña “Sélvame del tren” quieren hacer “creer a la población en general que el Gobierno de México promueve la devastación ambiental del sudeste mexicano”.
En su posicionamiento, la Semarnat refiere que en los últimos 30 años se registraron acciones que atentaron contra “la riqueza natural de esa región y que no fueron dignas de levantar la voz e quienes hoy se ostentan como defensores del medio ambiente”. En su campaña, las distintas figuras públicas dicen que “ya se han talado cientos, miles de árboles y podrían ser millones más. Le estamos quitando su casa a miles de especies nativas”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a ellos como “pseudoambientalistas, supuestamente preocupados por la defensa del medio ambiente, (pero) lo que hacen es una campaña en contra del Tren Maya”. La Semarnat respaldó esa posición y aseguró que el Tren Maya, obra insignia de la actual administración, “armoniza el desarrollo económico y social con la conservación de los recursos naturales” de la región sudeste del país.
La Semarnat señaló que en años anteriores “se permitió el crecimiento indiscriminado de granjas porcícolas (…) se potenció y fomentó el uso de agroquímicos como el glifosato (…) se omitió atender el creciente problema de la deforestación y tala ilegal (…) “se dieron permisos para la explotación minera sin considerar los daños al ambiente (…) “se permitió la siembra de cultivos exóticos como la palma de aceite”.
En su listado también criticó que en administraciones anteriores también “se autorizaron megaproyectos y obras de infraestructura que dañaron severamente al medio ambiente. Se permitió, e incluso se fomentó, el crecimiento desordenado y exponencial de la infraestructura turística e inmobiliaria en el estado de Quintana Roo, sin ni siquiera plantear medidas de compensación que mitigaran los impactos al medio ambiente”.
“Particularmente en Cancún, Tulum y Bacalar, donde las consecuencias han ido desde la contaminación y privatización de las playas del Caribe Mexicano y el deficiente manejo de residuos sólidos y aguas, hasta la explotación de la riqueza natural, incluso dentro de Áreas Naturales Protegidas”, abundó la Semarnat.
Y en contraste, argumentó que en la actual administración “empezó la remediación de este desastre socioambiental, por lo que hemos puesto en marcha acciones, estrategias y programas que permitan detener y contrarrestar las prácticas que atentan contra el medio ambiente y la población, ya que también fomentamos un turismo respetuoso de la naturaleza y de las comunidades que habitan estos lugares”.