Hay, aproximadamente, 52 mil personas fallecidas sin ser identificadas en México. Así, el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU (CED) calculó que con los insuficientes servicios forenses que actualmente tiene el país serían necesarios 120 años o más para poder dar respuesta sobre la identidad de los cuerpos que hoy no tienen ningún nombre registrado.
Esta cifra, a pesar de su magnitud, no incluye los cuerpos todavía no localizados, ni los miles de fragmentos de restos humanos que las familias y comisiones de búsqueda recogen semanalmente en las fosas clandestinas.
También, preocupa al CED el manejo del material genético entregado por los familiares de las personas desaparecidas, así como el resguardo y protección de la información relacionada. Muchas de las víctimas que estuvieron en contacto con el Comité informaron que tuvieron que volver a entregar muestras de material genético hasta cinco veces, tras su registro inadecuado o su pérdida.
El Comité expresa su profunda preocupación ante la crisis forense a la que se enfrenta el país. De acuerdo con el CED, Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Chihuahua, Tamaulipas y Nuevo León concentran el 71.7% de los cuerpos no identificados.
Al respecto, Karla Quintana, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, explica en entrevista con Animal Político que, desde su llegada al cargo, una de las grandes limitaciones encontradas en la ley en la materia es que no otorga capacidades de identificación humana a las comisiones de búsqueda del país, mismas que quedan supeditadas al trabajo de otras instancias.
“Nosotros encontramos algo, levantamos la mano, tiene que llegar el MP, se llevan los restos y ahí nosotros perdemos toda la trazabilidad. Aunque la base le toca a la fiscalía, sí pedimos información sobre los cuerpos, las identificaciones, pero la recibimos muy a cuentagotas por parte de las fiscalías”, advierte.
En la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas está prevista la creación de un Banco Nacional de Datos Forenses que ayude a los órganos de búsqueda del país. Sin embargo, a la fecha, éste no ha sido creado.
La falta de un Banco Nacional de Datos Forenses impide contar con una estadística actualizada y correcta del número de muertos sin identificar. Su creación requeriría de una gran coordinación entre fiscalías locales, la Fiscalía General de la República (FGR) y los órganos autónomos de búsqueda.
Además, tendría que complementarse con información del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), el Registro Nacional de Personas Fallecidas y No Identificadas, y otros instrumentos que puedan contener información forense relevante para la búsqueda de personas.
El CED resaltó la urgencia de que las autoridades establezcan mecanismos ágiles, interoperables, eficaces y transparentes para ingresar en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas y los registros estatales una información detallada y actualizada y para depurar cualquier duplicación y corregir errores en los datos ingresados.