La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó que el próximo domingo se retirará la icónica palma del Paseo de la Reforma, pues la monumental planta murió a consecuencia de un hongo.
En conferencia de prensa, la mandataria capitalina señaló que el retiro será a manera de homenaje y se llevará a cabo por la noche, “pues se requiere maquinaria como grúas”, y para evitar un conflicto de movilidad.
“Lamentablemente la palma de la Glorieta de la Palma tiene un hongo. Desde que llegamos al Gobierno de la Ciudad de México se analizó el tema, tanto de arbolado enfermo con distintas plagas, como en particular de las palmeras”, puntualizó.
Por su parte, la secretaria del Medio Ambiente, Marina Robles, apuntó que este ejemplar se trasladará al vivero Nezahualcóyotl, uno de los más importantes de la Ciudad de México, donde le harán un tratamiento conjunto de sustancias “para poder estar claros que eliminamos estos agentes patógenos”.
Al retomar la palabra, Sheinbaum Pardo aseveró que se convocará a jóvenes artistas para que intervengan la palmera y después la exhiban en algún espacio por determinar.
Asimismo, añadió que en el lugar se plantará una nueva especie, no obstante, “serán los ciudadanos quienes decidan cuál”.
Por ello, a partir del lunes, desde el sitio web Plaza Pública, los capitalinos podrán proponer qué tipo de árbol u especie se colocará, y este espacio se seguirá llamando Glorieta de la Palma.
“Puede ser una palmera o puede ser una ceiba, jacaranda, fresno, ahuehuete. Esto, claro, consultado con expertos porque no se puede poner cualquiera, pues se deben tomar en cuenta algunas características de la zona”, expresó.
Por su parte, Carlos Fredy Ortiz, coordinador del doctorado en Ciencias Agrícolas Tropicales del Colegio de Posgraduados, señaló que es necesario el retiro de esta planta de gran tamaño, “pues considerando la magnitud del fuste y el desconocimiento del daño físico que tiene, es necesario retirarla del Paseo de la Reforma para asegurar el bienestar de la ciudadanía”.
El académico refirió que las palmeras tienen un promedio de vida de 200 años, “pero no es la totalidad de la población, sino sólo ciertas palmas que llegan a cumplir tal expectativa”.
En tanto, el investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas, y Pecuarias, Héctor Benavides Meza, expuso que el agente que pudo afectar a la palma es el denominado “hongo de la pudrición rosa”, no obstante, esto solo se podría saber con certeza tras varios análisis y estudios que están en curso.
“La mancha rosada, como uno de los posibles factores o agentes biológicos que está causando el daño a las palmeras; lo podíamos catalogar como una enfermedad. También tenemos la idea a veces de que los árboles van a vivir eternamente y no es cierto, hay algunos muy longevos, y otros que no tanto y, tarde que temprano, llega ese momento”, concluyó.