Previo a su reunión de la semana pasada con Joe Biden, el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo un desayuno con Kamala Harris a quien calificó como “amiga y vicepresidenta de primer orden”.
Sin embargo, el cara a cara entre ambos funcionarios fue menos que idílico.
El columnista Raymundo Riva Palacio señaló, citando como referencia un artículo de Héctor de Mauleón en El Universal, que la demócrata hizo una exigencia que López Obrador no se esperaba: la captura de Rafael Caro Quintero.
El periodista explica en su columna Lo que costó el boicot a la cumbre que Harris informó a López Obrador sobre los trabajos más recientes de la DEA para encontrar a quien es señalado como el autor del asesinato del agente Enrique ‘Kiki’ Camarena.
“Harris le dijo al presidente López Obrador durante el desayuno que tuvieron en la residencia oficial de la vicepresidencia, que la DEA había localizado a Caro Quintero en San Simón, en el municipio de Choix, en la punta de Sinaloa, colindante con Sonora y Chihuahua, producto de un trabajo realizado por un equipo especial de la agencia, operando desde San Diego”, apuntó.
La vicepresidenta, según el relato de Riva Palacio, aclaró al presidente de México que esto se hizo sin violar la soberanía de nuestro país. De acuerdo con la información, Harris también subrayó a AMLO que le preocupaba “la resistencia” del Gobierno federal de arrestar a grandes capos del narcotráfico “que es una queja recurrente de Washington, acentuada por la liberación de uno de ellos, Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, en Culiacán en 2019″.
El periodista señaló que López Obrador explicó que Caro Quintero ya había sido juzgado en México por el asesinato del agente de la DEA, pero terminó aceptando la petición. Según el relato, el presidente propuso que la captura del fundador del Cártel de Guadalajara fuera hecho por la Guardia Nacional, el cuerpo de seguridad fundado durante su sexenio. Harris rechazó su planteamiento.
“Ni la Guardia Nacional ni nada vinculado con el Ejército podía participar en la acción de captura. Estados Unidos lleva años desconfiando del Ejército, por la vinculación de altos miembros de la Secretaría de la Defensa con capos de la droga, incluido el Cártel de Guadalajara, del que Caro Quintero era uno de los líderes”, agregó Riva Palacio.
Una vez que López Obrador aceptó las condiciones, relata Riva Palacio, la DEA entregó la información a la Marina, la dependencia que terminó capturando días después a Caro Quintero y que perdió a 14 miembros durante el operativo.
“La captura de Caro Quintero estaba en los planes del gobierno de Estados Unidos previo a la Cumbre de las Américas. Pero la forma como lo solicitaron, sin conversarlo antes con la Cancillería, como procedía, es una prueba más de lo que le costó a López Obrador el boicot a la cumbre”, remarcó el especialista.