En el Diálogo Económico de Alto Nivel entre Estados Unidos y México se abordará el desarrollo económico, el empleo y la pobreza, informó el Departamento de Estado de EU.
El secretario de Estados Unidos, Antony J. Blinken, viajará a México el próximo lunes 12 de septiembre para copresidir las conversaciones bilaterales entre ambas naciones.
El portavoz del Departamento de Estado de EU detalló que la agenda sobre los temas que se abordarán se organiza en torno a cuatro pilares centrales: Reconstruyendo Juntos, Promoviendo el Desarrollo Económico y Social Sustentable en el Sur de México y Centroamérica, Asegurando las Herramientas para la Prosperidad Futura, e Invirtiendo en Nuestra Gente.
Añadió que el objetivo del encuentro es fomentar el desarrollo y el crecimiento económico, la creación de empleo, la competitividad global y la reducción de la pobreza y la desigualdad.
Blinken estará acompañado de la secretaria de Comercio de EU, Gina Raimondo, el representante comercial adjunto del país, Jayme White, el subsecretario de Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, José W. Fernández, y el subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, así como otros altos funcionarios del gobierno estadounidense.
Este martes, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, informó que los temas clave de la reunión incluyen semiconductores, tecnología de telecomunicaciones de quinta generación (5G) y electromovilidad.
Aclaró que las políticas energéticas generadas durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no se discutirán en las conversaciones bilaterales.
El funcionario dijo:
“El objetivo de la reunión no es entrar en el tema energético porque ya hay un proceso que está siguiendo la Secretaría de Economía con el Representante Comercial de Estados Unidos”.
El pasado 20 de julio, EU dio a conocer una demanda de conversaciones de resolución de disputas en el marco del acuerdo comercial Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC), argumentando que las políticas energéticas mexicanas discriminan a sus empresas. Canadá también se unió a la queja.