La postura de quienes se oponen a la reforma electoral que propuso el gobierno federal es una “mentira de una desproporción que les debería de dar vergüenza”, tanto a quienes “pagaron” la campaña en contra, como a quienes “se la creyeron”, sostuvo este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al referirse nuevamente a la iniciativa en esta materia, el mandatario insistió que los opositores, “lo que no quieren” es que se reduzca el presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE) así como los legisladores plurinominales, o que los consejeros electoral y magistrados del Tribunal Electoral sean elegidos por la población de manera directa.
Debido a ello, insistió que la propuesta que presentó el Ejecutivo federal busca lograr ahorros en la organización de las elecciones, y que se prohíba “de manera terminante” la compra del voto.
No obstante, expresó que “ya engañaron a muchos de que queríamos destruir al INE. Les diría que me quedo con eso, porque fue una mentira de una desproporción que les debería de dar vergüenza, pero no sólo a los publicistas, a los que echaron a andar esta campaña y la pagaron, sino a los que se lo creyeron, porque les zumba que saques una cartulina diciendo ‘el INE no se toca’, ‘no vamos a permitir se destruya el INE, no vamos a permitir que desaparezca el INE’, pues eso fue lo que hicieron”.
En seguida, agregó: “Qué bien que pues ya no se va a poder por ahora llevar a cabo la reforma Constitucional, pero sí se va a presentar una reforma legal”.
Apuntó que los opositores a la reforma electoral “tienen muchos intereses y piensan que si se quedan con el INE como está van a poder contar con un instrumento para el fraude. Están completamente equivocados, la gente ya no acepta el fraude”.
También, aseveró, cuidan que no se disminuya el dinero para partidos políticos, “y es comprensible que esta élite corrupta defienda el fraude electoral porque han hecho, uno, dos, tres, veinte fraudes, siempre, por décadas”.
En este contexto, reiteró que lo lamentable es que no sólo es una posición de una “élite fraudulenta de mapaches los que impiden una reforma constitucional para hacer valer a plenitud la democracia, sino que engañan a millones. Entonces, los engañados, muchos con buen nivel académico, además por honestidad y orgullo, deberían de leer la reforma, y tener el valor civil para decir: me engañaron, me equivoqué, me cae tan mal el presidente que ya creo cualquier mentira. No oigo, no veo, no razono; estoy ya dominado por la pasión, para no decir por el odio, porque esos son extremos".
Se trata, dijo, de un fenómeno “de cómo engañar tantos años”. Llamó a hacer una lista “de mentiras famosas” que les ayudaron al saqueo, las cuales se difundieron a través de medios de información y “se volvieron creencias, que penetraron en el imaginario colectivo”.
Entre dichas creencias, refirió los posicionamientos que advertían de un aumento a la inflación en caso de aumentar los salarios, así como el atribuir la baja recaudación fiscal a los comerciantes ambulantes.
Al afirmar que hay muy buenos resultados en temas económicos, y “nos está yendo bien, ayer se conoció el dato de inversión extranjera que es récord”, expuso con una sonrisa, rumbo a la marcha convocada para el próximo domingo en el marco de los cuatro años del inicio de su gestión, que ante “la conmemoración del domingo, son tanto los acabados que ya no hay camiones”.
Añadió que “la gente está entusiasmadísima”, y conminó a la población a que se organicen y se vengan juntos, y “que descansen, nada de alcohol, y eso un festejo porque entre todos hemos logrado echar a andar la transformación de México, y hay muy buenos resultados, y la gente así lo siente, así lo ve”.
Presentó de nueva cuenta una encuesta internacional de valoración de la población a las gestiones presidenciales, en la que está en segundo lugar, por debajo del presidente de India, pero por arriba de los mandatarios de Australia, Suiza e Italia.