México y Estados Unidos acordaron continuar con conversaciones en torno a una disputa sobre el comercio bilateral de maíz y esperan “consolidar” en enero un acuerdo que dé certidumbre jurídica a las partes, dijo el gobierno mexicano.
“Se escucharon las inquietudes del gobierno de los Estados Unidos”, dijo la presidencia en un comunicado tras una reunión en Washington de delegaciones de ambos países.
“Se acordó continuar las conversaciones constructivas con el fin de que en enero se pueda consolidar un entendimiento mutuo que dé certidumbres jurídicas a todas las partes”, añadió.
EU, el principal socio comercial de México, se ha pronunciado en contra del plan de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador de eliminar gradualmente el maíz transgénico, asegurando que podría tener repercusiones para las exportaciones de sus productores del grano.
En contraste, el mandatario mexicano abogó el pasado 12 de diciembre por la restricción, tema que provoca disputas bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). “Nosotros estamos defendiendo nuestra soberanía”, argumentó.
México publicó un decreto en diciembre de 2020 en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en el que se pide la eliminación progresiva del uso del glifosato y el maíz transgénico para el consumo humano en México.
Este mes ofreció a EU extender un año, al 2025, el plazo para iniciar con la prohibición del maíz genéticamente modificado y está trabajando en una propuesta para modificar un decreto al respecto.
Hace una semana, la secretaria de Economía de México, Raquel Buenrostro, dijo que el Gobierno mexicano está restringiendo solo los transgénicos en el maíz para consumo humano, pero las asociaciones, que pidieron que se trate este tema en la reunión entre López Obrador y el presidente de EU, Joe Biden el próximo 9 de enero, reclamaron que esta variedad tampoco tenga restricciones.
Buenrostro también dijo entonces que se modificará el decreto para aclarar aspectos que preocupen a productores estadounidenses.
Este jueves, 24 asociaciones estadounidenses vinculadas con la producción de maíz pidieron a Biden, que impida restricciones a las importaciones de maíz transgénico a México.
En contraste, la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País también publicó un comunicado este 15 de diciembre, acusó esta primera postura de defender “los intereses de la élite agroempresarial unida a los de las transnacionales que controlan las semillas (híbridas y transgénicas), así como los plaguicidas”.
Por el contrario, afirmó que la medida busca ejercer la soberanía alimentaria y reiteró que propiciaría un consumo más sano. Asimismo, sostuvo que el maíz transgénico está acompañado de plaguicidas altamente peligrosos (PAP) que dañan la salud, ya que la mayor parte se siembra con estos herbicida.
Aseguró que esto responde a un “modelo agroindustrial depredador basado en monocultivos que erosionan los suelos, sobreexplotan y contaminan el agua”. Añadió que el maíz que México importa de EU ponen en riesgo la cultura alimentaria mexicana y la diversidad biocultural, así como la salud de la población.