Entre propuestas incompletas, acusaciones, una moderación a la que se acusó de tomar partido en favor del tricolor, un formato acotado e interrupciones del público, transcurrió el primer debate entre la morenista Delfina Gómez y la priista Alejandra del Moral, candidatas de “Juntos Hacemos Historia” y “Va por el Estado de México” a la gubernatura, respectivamente.
Gómez Álvarez basó su estrategia en la oferta del cambio verdadero, la esperanza y la atención de los problemas, contra la corrupción, los privilegios y la falta de escucha a los ciudadanos; mientras Del Moral Vela la basó en la necesidad de desmarcarse de los gobiernos de su partido, la intención de mostrarse como la más capaz para gobernar y quien comprende las necesidades de las familias mexiquenses por el hecho de ser madre (la morenista no lo es).
Al abordar el tema de combate a la corrupción, Delfina Gómez recordó que la entidad es primer lugar del país en este flagelo y último en transparencia, se comprometió a instaurar la ratificación de mandato, y sancionar a los servidores públicos que roben. “Se les acabó la robadera”, dijo, tras prometer cero impunidad en los delitos cometidos por servidores públicos.
Alejandra del Moral justificó que la corrupción es de personas, no de instituciones; comprometió no proteger a nadie; aseguró que nunca ha sido sancionada por corrupción, a diferencia de la morenista, que lo fue como alcaldesa por los diezmos de Texcoco, y como secretaria de Educación por las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
“No hay peor acto de corrupción que robar su dinero a los trabajadores, fuiste declarada culpable; con qué calidad moral hablas de corrupción, tú la representas, pide perdón a los trabajadores de Texcoco que les robaste”, arengó.
La moderadora recordó que una encuesta de Lorenza Becerra publicada en el periódico Reforma revela que 47% de los entrevistados considera al PRI el partido más corrupto y 10% al PAN, ambos la postulan, pero la priista aseguró que son los partidos los señalados, mientras en el caso de Delfina la señalan a ella. “Mi patrimonio es legal, público, declarado, no tengo señalamientos de corrupción ni sanciones”.
Gómez Álvarez aclaró que por los diezmos de Texcoco la multa fue para Morena, no para su persona.
La priista aprovechó el tema de violencia de género, en una entidad que acumula 13% de los feminicidios del país, para ofrecer liberar a Delfina Gómez del dicho “calladita te ves más bonita”, de que no la dejen ir a entrevistas y la manipulen. “Lamento que Delfina se sienta agraviada, no me vengo a pelear con ella, quiero demostrar quién tiene capacidad de gobernar la entidad”, expuso.
Ofreció que se tomará personal cada delito contra las mujeres, resolver y castigar todos los feminicidios, implementar una policía de género con 10 mil elementos, responder con carácter y energía a los problemas que aquejan a las mujeres, y salario igual para trabajo igual.
Empero, al ser cuestionada sobre el aumento de 78% en los feminicidios durante la administración de Alfredo del Mazo, justificó que en el conteo de delitos por cada cien mil habitantes, la entidad se encuentra en el sitio 19 de 32.
Gómez Álvarez atajó que ella no viene a mentir, sino parte de la realidad, y antes de hablar de las estrategias será necesario conocer “cómo nos van a dejar las finanzas”. Consideró que “una mujer no tiene que pisar a otra para ascender”.
Destacó la necesidad de conectar todas las cámaras de seguridad y botones de pánico instalados a los C5, reforzar las casas de refugio, aumentar el número de agentes del Ministerio Público y peritos, atender la violencia de género de forma transversal, a partir de estrategias de justicia, educación, cultura, empatía, trabajo, empleo, economía…
“Duele que seamos indiferentes, que no escuchemos a las familias; primero me reuniré con las familias de las víctimas de violencia de género, es momento de atenderlas”, ofreció.
No obstante, al hablar de servicios públicos, ninguna de las aspirantes supo precisar cuánto invertirá en la mejora del abasto de agua potable o de la prestación del transporte público, ni el momento en que podrían palparse resultados en estas áreas.
Entre las propuestas de la morenista, destacó la atención prioritaria de los caminos del sur, y refirió que las carreteras de San Felipe del Progreso están abandonadas y llenas de baches, pero la priista corrigió que ese municipio se encuentra en el norte de la entidad.
Delfina Gómez acusó que el clientelismo ha permitido la proliferación de transporte tolerado en la entidad, provocando caos en materia de movilidad;
En agua potable, Del Moral centró su proyecto en la infraestructura hidráulica municipal, la búsqueda de una nueva fuente de abastecimiento y en la mayor inversión para recuperar la capacidad instalada, rescatar los pozos municipales porque 85% del agua proviene de subsuelo, reequipar y reperforar; y, sin decir cómo, comprometió rescatar el contaminado Río Lerma.
Al hablar de cultura y recreación, Alejandra del Moral indicó que la escuela es el espacio cultural por excelencia, y aprovechó para reprochar a su adversaria el cierre de las escuelas de tiempo completo y las estancias infantiles, lo que además de un error es una “traición a las mujeres que trabajan”, por lo que buscará recuperarlas.
Delfina Gómez reviró que la candidata del PRI pasó todo el debate atacando y calumniando. “Entiendo su desesperación, está 20 puntos abajo en todos las encuestas; no debe ser fácil saber que va a entregar el Gobierno del Estado de México al pueblo después de cien años”, dijo.
La insistencia de la moderadora para que la morenista clarificara su señalamiento en el sentido de que los pueblos indígenas solo han sido utilizados, a través del asistencialismo de los programas sociales, provocó las risas de algunos asistentes, a lo que Gómez Álvarez alertó: “no debe darnos risa, debería darnos vergüenza”.
Aclaró que las escuelas de tiempo completo se transformaron en jornadas ampliadas en las que ahora los padres de familia determinan cómo se gastan los presupuestos: en equipamiento, mejora de infraestructura escolar, alimentación, etc, mientras en materia de estancias infantiles, primero deben fortalecerse las del DIF.
En el cierre, la morenista llamó a las mujeres a no tener miedo ante las amenazas de perder sus apoyos (salario rosa), pues con Morena no habrá intermediarios, ni amenazas, mientras la priista aseguró que llegó el momento de las mujeres con carácter, criterio y capacidad: “Delfina, no eres capaz ni honesta; (en este debate) vimos quién toma sus propias decisiones y quién sigue las decisiones de alguien más, necesitamos una mujer que gobierne, no manipulada… Las encuestas no votan”, concluyó.
Los invitados al debate interrumpieron varias ocasiones con porras, aplausos o abucheos, algunos a la moderadora, Ana Paula Ordorica, por interrumpir una decena de ocasiones a la abanderada de Morena-PT-PVEM, quien, consideraron, fue parcial en la conducción.