El Gobierno de México ha enviado una nota diplomática a Estados Unidos en relación a la reciente instalación de una barrera de alambre y boyas en el río Bravo por parte de Texas, en la frontera entre ambos países. Esta medida ha sido implementada con el propósito de impedir el paso de migrantes, pero se denuncia que también viola el Tratado de Aguas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha informado mediante un comunicado que expresó su "preocupación" en la nota diplomática debido a los posibles efectos de obstrucción y desviación que la cerca y las boyas pueden tener sobre el flujo normal del río Bravo, tanto en su curso regular como en períodos de crecida.
En mayo pasado, poco antes de la finalización de la medida migratoria conocida como Título 42, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, anunció el inicio de la colocación de grandes boyas esféricas de color naranja para construir una barrera flotante en el río Bravo.
Esta acción se llevó a cabo con el objetivo de reforzar las medidas de seguridad en la frontera con México, que incluyeron el envío de migrantes en autobús hacia estados estadounidenses gobernados por demócratas y la autorización de la Guardia Nacional para realizar arrestos.
La SRE ha afirmado que la instalación de la barrera de boyas, que comienza en el área de Eagle Pass, va en contra del artículo 17 del Tratado de Aguas Internacionales de 1944, el cual establece que "el uso del cauce de los ríos internacionales para la descarga de aguas de crecida u otros excedentes será libre".
Además, se asegura que esta acción también viola el artículo IV B.1 del Tratado de Límites de 1970.
La Cancillería ha precisado que desde el 26 de junio pasado, el Gobierno de México ha solicitado a Estados Unidos que se retiren tanto las boyas mencionadas como la cerca de alambre de navajas del cauce del río Bravo, debido a los posibles efectos de obstrucción y desviación del flujo hacia el territorio mexicano.
Asimismo, se ha solicitado amablemente que cualquier trabajo, incluyendo la remoción en las islas y el cauce del río Bravo, sea avalado por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) entre México y Estados Unidos.
Esta situación refleja el panorama actual en las fronteras de México después de la expiración, el 11 de mayo, del Título 42 de Estados Unidos, una medida que expulsaba de manera inmediata a los migrantes argumentando razones relacionadas con la pandemia. Actualmente, esta medida ha sido reemplazada por el Título 8, el cual impone mayores restricciones al asilo legal.
A pesar de una disminución inicial en el flujo de migrantes que atraviesan territorio mexicano hacia Estados Unidos tras el fin del Título 42, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) en México ha señalado que este flujo está aumentando nuevamente.