El presidente Andrés Manuel López Obrador, ha emitido un llamado a la paciencia en relación amparos promovidos por los gobiernos de Chihuahua y Coahuila en torno a la distribución de libros de texto gratuitos. El mandatario ha enfatizado la importancia de esperar la decisión definitiva de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en este asunto.

Sin embargo, no ha escatimado en calificar las acciones emprendidas por estos gobiernos como "arbitrarias, injustas, tendenciosas, conservadoras y politiqueras".

En la mañanera, el presidente cuestionó la motivación detrás de la acción presentada por el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme. López Obrador expresó su inquietud acerca de si esta medida responde a un intento del gobernador saliente de posicionarse para futuros cargos políticos, dado que su mandato está a punto de concluir.

Durante su discurso, el presidente subrayó la necesidad de que los padres de familia estén informados acerca de los amparos que han resultado en la suspensión de la distribución de libros de texto gratuitos. Sin embargo, también criticó duramente las opiniones que abogan por cuestionar la distribución o incluso quemar los libros, calificándolas como "retrógradas" y "medievales", además de atribuirlas a corrientes conservadoras y de derecha.

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El presidente López Obrador manifestó su compromiso con la educación pública y la defensa de los libros de texto. Se refirió al hecho de que no estaría de acuerdo con destruir ningún libro, incluso si fuera escrito por una figura con la que ha tenido desacuerdos, como Enrique Krauze.

Al abordar la propuesta de legisladores del partido Morena en la Ciudad de México para penalizar la destrucción de libros, el presidente indicó que la prioridad debería ser persuadir e informar, en lugar de recurrir a sanciones. Argumentó que esta campaña en contra de la distribución de libros se asemeja a episodios históricos de oposición a la educación pública en el país.

López Obrador hizo un paralelismo con momentos previos de la historia de México, como las objeciones conservadoras durante el periodo del cardenismo y el surgimiento de los libros de texto gratuitos bajo la administración de Adolfo López Mateos. Enfatizó que el argumento de oposición se asemeja en ambas situaciones.

Finalmente, el presidente planteó alternativas para asegurar que los libros lleguen a las manos de aquellos que los necesitan.

Sugirió la posibilidad de establecer tianguis educativos en las entidades afectadas por los recursos legales, permitiendo así el acceso a los materiales de estudio en un formato diferente.