En una trágica noticia, el sueño americano se ha visto truncado para al menos 18 personas migrantes de origen venezolano y haitiano.
En las primeras horas de esta madrugada, un autobús en el que viajaban volcó en la autopista Oaxaca-Puebla, mientras se dirigían a la Ciudad de México, según confirmó la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO).
El accidente tuvo lugar en el kilómetro 91, cerca del puente Calapa, en los límites entre Oaxaca y Puebla, y las causas del trágico suceso aún se desconocen. El autobús partió en la noche del jueves con destino a la Ciudad de México.
Además de las 18 personas migrantes que perdieron la vida, otras 27 resultaron heridas en el accidente. Hasta ahora, no se ha revelado información sobre la identidad de las víctimas, como género, edades o diversidad sexual.
Los heridos fueron trasladados a hospitales cercanos en Tehuacán, Puebla, para recibir atención médica.
Equipos de rescate y autoridades policiales llegaron al lugar para prestar asistencia y realizar las tareas de rescate.
Caminos y Puentes Federales (Capufe) anunció en sus redes sociales el cierre parcial de la circulación en ambos sentidos debido a la volcadura del autobús.
Este incidente es el segundo que ocurre en esta vía de comunicación en el que migrantes han perdido la vida. El primero tuvo lugar en agosto, cobrando la vida de 16 personas.
En los últimos dos meses, Oaxaca ha experimentado un aumento en la llegada de personas migrantes de al menos diez nacionalidades, con un énfasis particular en venezolanos, haitianos, nicaragüenses y cubanos.
Además, migrantes de Indonesia, países africanos, China, Japón, Australia, Perú, Colombia, y otras naciones han llegado a esta región en busca de mejores oportunidades.
Hace diez días, las autoridades federales y de Oaxaca establecieron tres centros de movilidad, dos en el Istmo de Tehuantepec y uno en la capital del estado, desde donde diariamente parten autobuses de diferentes categorías y líneas turísticas con destino a la Ciudad de México. El flujo ha alcanzado cifras récord, con entre 500 y 800 migrantes partiendo cada día.
A pesar de la asistencia brindada por las autoridades, muchos de estos autobuses carecen de controles de calidad adecuados, según denuncian los propios migrantes, quienes a veces experimentan paradas imprevistas debido a problemas mecánicos durante sus viajes.