El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció hoy que se ha avanzado en el censo de hogares damnificados en Acapulco y Coyuca tras el impacto devastador del huracán Otis.
Se ha registrado un total de más de 150 mil hogares afectados y se espera que la próxima semana comience la entrega de apoyos directamente en las viviendas afectadas.
Durante la conferencia de este lunes, el mandatario destacó que también se ha progresado en la entrega de enseres domésticos, distribuyendo entre dos mil y tres mil paquetes cada día. Además, se ha firmado un contrato para adquirir 30 mil paquetes adicionales con la intención de que todos los electrodomésticos lleguen a los hogares damnificados antes de que termine el año.
El presidente López Obrador también mencionó que se están llevando a cabo negociaciones con empresas distribuidoras de materiales de construcción para garantizar que los precios sean justos y accesibles para aquellos que están reconstruyendo sus viviendas por su cuenta.
Continúan los trabajos de limpia y mantenimiento en el puerto de Acapulco luego de dos semanas del paso del huracán Otis. Las calles aún están en mal estado y hay inmumerables casas con basura y lodo, en la colonia Renacimiento. Foto Alfredo Domínguez
En cuanto a la respuesta de emergencia, el presidente informó que más de 20 mil servidores públicos, incluyendo personal de la Secretaría de Marina, Defensa Nacional y de la Guardia Nacional, así como promotores de la Secretaría de Bienestar, están trabajando en Acapulco para llevar a cabo los censos y brindar asistencia a la población afectada.
El próximo miércoles, el presidente López Obrador regresará a Acapulco para supervisar el progreso de las acciones de atención a la población afectada y la reconstrucción de la zona.
A pesar de la magnitud del huracán Otis, el presidente destacó que no hubo tantas víctimas como se podría haber esperado. Según datos de la Fiscalía estatal, se reportan 48 personas fallecidas y 26 desaparecidas o no localizadas.
Esto se atribuye a que los vientos del huracán fueron más predominantes que las lluvias, evitando deslizamientos de tierra y desgajamientos de cerros que podrían haber causado más desgracias.
En cuanto a la infraestructura, más del 80% de las gasolineras en la zona están operativas, así como varias tiendas comerciales y departamentales que han reabierto sus puertas para brindar apoyo a la comunidad afectada.