El Instituto Nacional Electoral (INE) ha anunciado la planificación de tres debates entre las candidatas presidenciales Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, junto con Jorge Álvarez.

El proceso, actualmente en espera de aprobación final por el Consejo General, contempla tres sedes estratégicas en la Ciudad de México. El primero de ellos está programado para el 7 de abril en las oficinas centrales del INE, seguido por el segundo el 28 de abril en los Estudios Churubusco, y el tercero el 19 de mayo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.

La novedad en esta ocasión radica en los formatos propuestos para cada encuentro. El primer debate se centrará en preguntas formuladas por la ciudadanía a través de las redes sociales, buscando una mayor participación directa de la audiencia en el proceso democrático.

El segundo debate introducirá una dinámica diferente, con preguntas grabadas previamente en diversas partes del país, proyectadas para que los candidatos respondan en tiempo real. Esta innovación busca proporcionar un panorama más amplio y representativo de las preocupaciones de los ciudadanos a nivel nacional.

El tercer y último encuentro privilegiará el formato "cara a cara", con cuestionamientos cruzados entre los candidatos presidenciales. Este formato, sin participación ciudadana directa, tiene como objetivo principal destacar la interacción y la capacidad de respuesta de los aspirantes ante preguntas directas.

En una sesión extraordinaria de la Comisión Temporal de Debates, la Consejera Carla Humphrey Jordan, en calidad de presidenta, enfatizó que la determinación de los formatos se basó en la creación de una narrativa coherente para los eventos, considerando cuidadosamente los objetivos de cada debate.

La elección de las sedes también fue un proceso meticuloso, con 19 visitas realizadas a posibles locaciones para asegurarse de que cumplieran con los requerimientos técnicos y materiales necesarios para llevar a cabo los debates presidenciales.

Según el INE, los formatos propuestos buscan promover la participación ciudadana, difundir las propuestas de gobierno de cada candidatura y fomentar el contraste de ideas entre los contendientes.

Además, se establece que el segundo y tercer debate serán obligatorios de transmitir para los concesionarios, anticipando un impacto significativo en la carrera presidencial.