En la conferencia de este martes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió a los diputados a entablar un diálogo con representantes empresariales antes de aprobar una reforma constitucional que contempla la disminución de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.
Aunque evitó expresar una posición clara sobre la propuesta, resaltó la importancia de un debate exhaustivo en la Cámara de Diputados.
“Yo lo que planteo es que, en este caso, se termine de discutir y de debatir en la Cámara (de Diputados) esta propuesta, y que se invite a empresarios, a todos, y que ahí se resuelva, esa fue mi postura y es la que yo sostengo”, declaró el mandatario en su rueda de prensa diaria.
A pesar de la indefinición presidencial en cuanto a la reforma laboral, López Obrador anticipó un próximo incremento en el reparto de utilidades para los trabajadores, particularmente para los mineros.
“Le adelanto a los trabajadores que viene un buen incremento en el reparto de utilidades, como no se había visto nunca, en especial a los mineros”, anunció.
La propuesta de modificar el Artículo 123 de la Constitución, impulsada por la diputada Susana Prieto del partido gobernante Morena, pretende establecer dos días obligatorios de descanso a la semana en lugar de uno.
Aunque la votación estaba programada inicialmente para diciembre pasado, el presidente solicitó más debates con empresarios, lo que llevó a un aplazamiento de la discusión hasta el próximo periodo de sesiones que comienza el 1 de febrero.
La ambigüedad de López Obrador ha generado controversia, especialmente dado su respaldo a otras iniciativas relacionadas con los derechos laborales, como el aumento del salario mínimo, una futura reforma de pensiones, la democracia sindical y la eliminación del 'outsourcing' o subcontratación.
México, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es uno de los países con mayor número de horas trabajadas al año, con 2,124 horas anuales, superando a naciones como Costa Rica (1,913), Rusia (1,874) y Japón (1,598).
La reforma propuesta, la primera en más de un siglo sobre la jornada laboral, enfrenta desafíos debido a su naturaleza constitucional, requiriendo el respaldo de una mayoría calificada de dos tercios de los diputados y senadores, así como de la mayoría de los 32 congresos estatales.
“Es bastante el atraso, el rezago, es que ya lo hemos dicho varias veces, fueron crueles los gobernantes neoliberales”, comentó López Obrador.