Después de semanas marcadas por sangrientos choques armados que dejaron numerosas víctimas, líderes de dos grupos delictivos en el sur de México han alcanzado una tregua, según informaron religiosos que participaron en las conversaciones entre las bandas.
El sacerdote José Filiberto Velázquez, director de la organización de derechos humanos Centro Minerva Bello, reveló que los cabecillas del cártel de La Familia Michoacana acordaron la tregua con el grupo delictivo Los Tlacos, que operan en la región de Tierra Caliente, en el estado de Guerrero.
Velázquez, quien conoció el acuerdo a través de contactos en las organizaciones delictivas, admitió que la tregua es frágil y pende de un hilo, ya que su sostenibilidad depende exclusivamente de la voluntad de los líderes involucrados.
Aunque el conflicto armado en la zona ha cesado, el sacerdote enfatizó que no hay garantías y que el pacto se limita al cese al fuego, sin abordar la repartición de territorios.
El acuerdo se concretó tras un violento choque armado en el poblado de Las Tunas, donde, según las autoridades, murieron 12 personas, en su mayoría miembros de La Familia Michoacana. La Fiscalía estatal atribuyó las muertes a enfrentamientos entre ambas organizaciones.
Ante la creciente violencia, obispos de Guerrero sostuvieron conversaciones con líderes criminales en un intento por mediar. Tras esos diálogos, algunos medios locales informaron que Los Tlacos también habrían llegado a una tregua con Los Ardillos para no realizar más enfrentamientos en Chilpancingo, capital de Guerrero.
El obispo emérito Salvador Rangel, quien estuvo al frente de la diócesis de Chilpancingo hasta 2022, señaló que las treguas entre los grupos delictivos favorecen especialmente a los pobladores, que son los más vulnerables en los conflictos armados. Se estima que en Guerrero operan cerca de 40 grupos delictivos.
El obispo emérito, que desde hace siete años ha mantenido conversaciones que organizaciones delictivas para pacificar Guerrero, indicó que recientemente ha sostenido acercamientos con líderes de bandas, que le han manifestado que también quieren llegar a acuerdos para detener los enfrentamientos armados, pero no ofreció detalles.
"Hay otros grupos que quieren la paz, que ya no quieren la guerra, que ya no quieren estarse matando. Quiero aprovechar esa buena voluntad para la pacificación", agregó.
Por otra parte, en el estado suroriental de Veracruz se registró el viernes un ataque armado que dejó siete fallecidos. La Fiscalía de Veracruz ha iniciado una investigación sobre este último incidente.