El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que México no aceptará la deportación de migrantes por parte del gobierno de Texas.
Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, calificó la ley de Texas como "draconiana" y contraria a los derechos humanos y al derecho internacional.
La ley de Texas permite a las autoridades policiales estatales detener a personas sospechosas de cruzar ilegalmente la frontera con México.
López Obrador criticó esta medida y acusó al gobernador de Texas, Greg Abbott, de ser "antimigrante" y "antimexicano".
Aunque la Corte Suprema de Estados Unidos autorizó la entrada en vigor de la ley SB 4, un tribunal federal de apelaciones la bloqueó posteriormente.
El Gobierno de Joe Biden había presentado una demanda en enero para detener esta ley, argumentando que viola la Constitución y la ley federal al interferir con la regulación de la inmigración por parte del Gobierno de Estados Unidos.
La ley SB 4 forma parte de las medidas implementadas por Abbott para disuadir la inmigración en Texas, que incluyen el despliegue de tropas de la Guardia Nacional y de las fuerzas del orden estatales, así como la colocación de barreras en el río Bravo.