El obispo Salvador Rangel, de la Diócesis de Chilapa-Chilpancingo, emitió un comunicado en el que confirma que no presentará ninguna denuncia contra las personas que le han hecho “tanto mal” y solicitó a los medios de comunicación que respeten su decisión.
A través de las redes sociales de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el obispo Rangel Mendoza compartió un comunicado con fecha de este 8 de mayo, en el que explica que su decisión fu tomada tras otorgar el perdón a aquellos de los que asegura, fue víctima.
"Siguiendo los principios evangélicos de nuestro Señor Jesucristo, que perdonó a las personas que lo traicionaron, lo vendieron, lo juzgaron, lo torturaron y lo asesinaron, con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima, así como a aquéllos que me han revictimizado producto de la desinformación".
Rangel pidió comprensión y respeto a su decisión, la cual aseguró está enfocada en su seguridad y integridad física y moral. Agradeció a las autoridades legales y eclesiásticas por su colaboración, destacando el papel de su abogado, Luis Gasca, y mostró gratitud hacia quienes mostraron solidaridad durante este episodio.
Este comunicado llega después de que las autoridades de Morelos informaran que el obispo no fue víctima de un secuestro, sino que ingresó voluntariamente a un hotel con un hombre. Además, estudios médicos revelaron la presencia de cocaína y benzodiacepinas en su cuerpo.
El pasado 27 de abril, Rangel fue reportado como desaparecido y posteriormente se confirmó su localización en el Hospital General de Cuernavaca "Dr. José G. Parres".