La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) decidió reubicar el plantón iniciado el miércoles en el Zócalo capitalino para evitar provocaciones con los participantes de la marcha de la llamada marea rosa.
Sin embargo, Pedro Hernández Morales, secretario general del magisterio disidente en la Ciudad de México e integrante de la dirección política de la coordinadora, aclaró que esto no significa el fin de la protesta.
En una entrevista con La Jornada, Hernández Morales explicó que en una sesión de la Asamblea Nacional Representativa (ANR) realizada esta madrugada, se acordó continuar con las acciones de protesta, incluyendo visitas a medios de comunicación como televisoras y diarios.
“La determinación es que estemos todos juntos en la Plaza de la Constitución, porque Oaxaca se ubicó a los costados, frente a los edificios de gobierno de la Ciudad de México; los profesores de Guerrero, junto al asta bandera, y nuestro campamento quedó frente a Catedral, y lo que queremos, para no caer en ninguna provocación de quienes participen en la marcha del domingo, es unificar el plantón a los costados de la plancha”.
Este lunes, durante una reunión con la secretaria de Gobernación, María Luisa Alcalde, se llevará a cabo una jornada de protesta en apoyo a la mesa de negociación, donde se tratarán temas de justicia social, incluyendo el caso de la represión en Nochixtlán, Oaxaca.
Hernández Morales señaló que persisten dudas sobre el incremento salarial, ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que se apoyará a los profesores que menos ganan.
Sin embargo, el ingreso del docente ha disminuido de 4.5 salarios mínimos a 2.3, por lo que piden aclaraciones sobre cómo se implementará la mejora salarial de manera progresiva.
El líder magisterial reiteró que el presidente se comprometió a respetar su lucha y movilizaciones, garantizando que no habrá represión física ni administrativa para los compañeros que participen en las acciones de protesta.