La Fiscalía General de la República (FGR) ha confirmado que, en el ámbito federal, no hay asuntos pendientes relacionados con Carlos Ahumada.
Este empresario argentino-mexicano, conocido por su implicación en casos de corrupción y fraude fiscal, enfrenta actualmente una orden de aprehensión en la Ciudad de México por el delito de fraude.
Sin embargo, este proceso ha sido temporalmente suspendido debido a un amparo otorgado por un juez federal, lo cual impide cualquier acción en su contra por ahora.
Ahumada fue detenido en Panamá el 7 de junio por autoridades migratorias, basándose en una ficha roja emitida por Interpol en relación con una investigación de defraudación fiscal en México.
Tras su detención, el Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá contactó a Interpol México para confirmar si existía interés en proceder con su extradición. No obstante, al no recibir respuesta de las autoridades mexicanas dentro del plazo establecido de 24 horas, Ahumada fue deportado a Paraguay.
La FGR ha recibido información de Interpol Panamá y autoridades de Paraguay y Argentina indicando que Ahumada violó su libertad procesal en Argentina. Como consecuencia, fue devuelto a ese país para enfrentar las repercusiones legales de esta violación, así como por infracciones en materia migratoria en varios países.
En un comunicado reciente, la FGR informó que Ahumada, durante una audiencia en Argentina, se allanó a la solicitud de extradición relacionada con el delito de fraude en la Ciudad de México.
La Procuración General de la Nación Argentina notificó a la FGR sobre esta decisión, y la fiscalía mexicana ha comunicado a las autoridades argentinas la situación del amparo otorgado a Ahumada, para que puedan tomar las decisiones legales correspondientes.
La FGR ha destacado que, por el momento, no hay asuntos pendientes a nivel federal en México, pero el empresario sigue enfrentando desafíos legales significativos en Argentina y otras jurisdicciones debido a sus violaciones procesales y migratorias.
Carlos Ahumada, quien también posee ciudadanía mexicana y portaba un pasaporte mexicano vencido al momento de su detención, continúa siendo una figura controvertida debido a su historial de acusaciones y condenas por fraude y corrupción.
Aunque la situación está temporalmente suspendida por el amparo, esto no exime al empresario de enfrentar las consecuencias legales de sus acciones, tanto en México como en otros países donde ha operado.