Ante la amenaza del huracán Beryl, el ayuntamiento de Benito Juárez trasladó a un lugar seguro 10,400 huevos de tortuga marina de 93 nidos ubicados en Playa Delfines, Cancún, Quintana Roo.
Pablo Gutiérrez Fernández, encargado de despacho de Benito Juárez, supervisó la reubicación debido a que estas tortugas están en peligro de extinción y son protegidas por normas mexicanas.
Trabajamos para resguardar aproximadamente 10 mil 400 huevos de tortuga marina correspondientes a 93 nidos que se encuentran en el corral de Playa Delfines.🐢
— Ayto Benito Juárez (@AytoCancun) July 4, 2024
A través de la Dirección de @cancunecologia , llevamos a cabo el plan de contingencia 1/2 pic.twitter.com/BMbzc8mT9m
“Agradecidos por ese gran trabajo de Ecología que están haciendo. Les pedimos seguir las recomendaciones para seguir cuidando a esta especie tan importante para nuestro destino, cualquier situación que se encuentren, pueden denunciar a través del 9-1-1”, expresó.
Tania Fernández Moreno, directora general de Ecología, informó que hay 45 corrales tortugueros en 12 kilómetros de playas en Cancún con aproximadamente 105,000 huevos.
Detalló que uno de estos corrales está a cargo de la autoridad local con especies como carey, blanca y caguama, y los otros 44 están bajo el cuidado del sector hotelero. Serán monitoreados y resguardados por personal turístico conforme avance Beryl, hasta que hagan eclosión.
Fernández añadió que los nidos trasladados no volverán a la playa debido al cambio de temperatura.
"Ya no se deben regresar a la playa aunque pase la contingencia, porque ya existe un cambio de temperatura y deberán permanecer ahí hasta su eclosión”.
Los huevos se resguardan en cajas de unicel para mantener la temperatura adecuada para su desarrollo embrionario. Cada caja contiene un nido, con capas de arena de 5 centímetros y perforaciones laterales para ventilación. La fecha de recolección se coloca en la tapa para seguimiento.
Biólogos responsables explicaron que este procedimiento se realiza para proteger los corrales de la marea y deslaves. Estiman que entre el 78% y 80% de las crías puedan eclosionar y, si esto ocurre antes del impacto de Beryl, se liberarán en la playa como es habitual tras dos meses de anidación.