En una operación conjunta, elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y la Fiscalía General de la República (FGR) ubicaron y desmantelaron un laboratorio clandestino en Sinaloa, utilizado para la fabricación de drogas sintéticas.
Este sitio, encontrado a 198 kilómetros al sureste de Topolobampo, es el segundo más grande interceptado durante el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El operativo resultó en el hallazgo de 3,920 kilogramos de presunta metanfetamina y grandes cantidades de precursores químicos, además de equipamiento especializado para la producción de sustancias ilícitas.
Entre el material confiscado se encontraban 28 reactores, nueve condensadores y 19 destiladores, así como otros implementos esenciales para la elaboración de drogas.
Según la Semar, los agentes destruyeron en el sitio tanto la metanfetamina como los materiales asociados, previa autorización judicial, lo que impidió la distribución de estas sustancias y representó un golpe significativo a las finanzas de la delincuencia organizada, con un impacto estimado en más de 1,500 millones de pesos.
Este es uno de varios esfuerzos recientes por parte de las autoridades mexicanas para combatir la producción y distribución de drogas sintéticas, en un contexto donde las acciones de interdicción han intensificado significativamente desde el inicio del gobierno actual.