Este domingo 28 de julio, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó el despliegue de 200 miembros del Ejército Mexicano en Culiacán, Sinaloa, para reforzar la seguridad tras la reciente captura de los narcotraficantes Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Los militares, provenientes del Cuerpo de Fuerzas Especiales y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas, llegaron al Aeropuerto Internacional de Culiacán en dos aeronaves, una de la Guardia Nacional y otra de la Fuerza Aérea Mexicana. Esta medida complementa el envío de otros 200 soldados el viernes pasado, destinados a garantizar la seguridad en la región.
La Sedena detalló que la misión de estas unidades es "preservar y garantizar la libertad, el orden y la paz pública de los habitantes de esa región del país”.
Las tropas están equipadas con armamento avanzado y cuentan con adiestramiento especializado para realizar tareas de disuasión, prevención, patrullajes y establecimiento de puestos de seguridad.
La captura de Zambada y Guzmán López, realizada el jueves cerca de El Paso, Texas, marca un logro en la lucha contra el narcotráfico.
Zambada enfrenta cargos en Estados Unidos por tráfico de drogas, armas, lavado de dinero, asesinato y secuestro, mientras que Guzmán López está acusado de tráfico de cocaína, fentanilo, heroína y metanfetaminas.
La detención de Zambada, por quien el Departamento de Justicia ofrecía 15 millones de dólares, también despierta interés porque ocurre a tres meses de que ocurran las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde el tráfico de fentanilo desde México y el poder de los cárteles mexicanos ha sido un tema clave.