En Michoacán, entre el 70% y 80% de las empacadoras de limón han paralizado operaciones en el Valle de Apatzingán, según confirmó Carlos Torres Piña, secretario de Gobierno.
La detención, que ya lleva dos días, responde a una caída en los precios y denuncias de extorsión por parte de cárteles locales.
El desplome de los precios del limón ha llevado a un cierre temporal de las empresas, con productores recibiendo sólo entre 7 y 8 pesos por kilo, mientras en supermercados el precio oscila entre 36.9 y 49.9 pesos.
Esta situación se agrava con acusaciones de extorsiones incrementadas por cárteles, forzando a los productores a pagar hasta tres pesos por kilo como cuota de protección.
Las organizaciones implicadas incluyen Cárteles Unidos, Los Caballeros Templarios y el Cártel de Acahuato. A pesar de la paralización general, el poblado de La Ruana sigue activo bajo el control del Cártel de Tepalcatepec, que disputa territorio con otros grupos.
Michoacán produce cerca de 700,000 toneladas de limón al año, cubriendo la demanda nacional y parte del mercado estadounidense.
Esta crisis subraya la vulnerabilidad del sector agrícola frente al crimen organizado en regiones clave como Tierra Caliente.