En una manifestación frente al Senado, padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos expresaron su rechazo a la reforma que incorpora la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Los protestantes denunciaron la falta de acción del Senado en su solicitud para que el general Luis Cresencio Sandoval comparezca y explique el papel del Ejército durante la noche de Iguala.
Los manifestantes cuestionaron cómo se podrá exigir la colaboración del Ejército si se le otorgan más poderes a través de estas reformas, mientras eran respaldados por normalistas de diversas instituciones del país.
"El Senado también va a formar parte de las instituciones en otorgar más poder al Ejército, por eso este movimiento se pregunta ¿cómo vamos a poder obligar al Ejército, si con estas reformas le damos más poder?", reprocharon.
Al final del mitin, un grupo de jóvenes con el rostro cubierto realizó pintas en las rejas del Senado y lanzó varios artefactos explosivos en la puerta 6, ubicada en Paseo de la Reforma.
Dentro del Senado, el personal legislativo advirtió a los legisladores, trabajadores y periodistas que se resguardaran. El Patio del Federalismo fue desalojado mientras caían los explosivos caseros. Los senadores se retiraron a sus oficinas y se cerraron los accesos al patio principal.
Una de las puertas de cristal que da a la entrada principal se rompió por las explosiones, lanzando fragmentos de vidrio. Uno de estos fragmentos hirió a la senadora Lucía Trasviña, de Morena, quien sufrió una alteración en su presión y necesitó oxígeno, pero se mantuvo en el recinto y confirmó su asistencia al debate sobre la reforma a la GN.
Isidoro Vicario, portavoz de los familiares de los estudiantes desaparecidos desde el 26 y 27 de septiembre de 2014, recordó la importancia de que el Ejército entregue sus archivos, incluidos 800 documentos que podrían contener información clave sobre el caso.