Este martes, jueces y magistrados hicieron un llamado a la “responsabilidad y seriedad” a todos los aspirantes que busquen contender por un cargo judicial en las próximas elecciones.
En una conferencia, advirtieron sobre los desafíos y riesgos inherentes al ejercicio de la justicia, destacando que, a diferencia de otras profesiones, un juez enfrenta constantemente demandas y el riesgo de cárcel por sus decisiones.
“No es un día de campo venir a juzgar porque además de todo lo que se requiere para desempeñar día a día la labor de decidir sobre la libertad de algunas personas, sobre su patrimonio, sobre su situación familiar, sobre su situación migratoria, sobre sus derechos en general, pues a la hora de desempeñar esta labor puede incurrir en responsabilidades laborales, administrativas y penales”, aseguró el magistrado Juan José Olvera López.
El magistrado detalló que la administración de justicia es un servicio público con tres áreas clave de responsabilidad susceptibles de recibir demandas. La primera, mencionó, son los derechos laborales, ya que un juez tiene bajo su responsabilidad a un equipo de trabajo, y la carga laboral podría implicar violaciones a los derechos laborales de los empleados.
“Los jueces somos responsables laborales de todo el equipo de trabajo y enfrentamos demandas laborales como cualquier jefe o patrón, esto dejémoslo muy claro, pero esa es la menor de las responsabilidades”, aclaró Olvera.
Además, los jueces deben estar atentos a posibles fallas en la atención al servicio público. Cuando los usuarios consideran que no se cumplió con su labor, pueden presentar demandas administrativas contra el juzgado.
El magistrado señaló que en estos casos, el juez es el responsable tanto de su actuar como de lo que su equipo haga o deje de hacer.
Por último, Olvera subrayó la mayor responsabilidad que recae sobre los jueces al tomar decisiones sobre la vida y derechos de las personas.
“¿Qué pasa si el juez por la razón que sea se pasa de las 72 horas? En automático en el supuesto de delito y eventualmente tendrá que enfrentar un proceso que lo podría tener en prisión (...) quien tiene oficio de ser juez, sabe que hay decisiones que no puede detener bajo ninguna circunstancia”, insistió el magistrado Olvera.
Ante estos desafíos, expertos sugieren que los aspirantes a cargos judiciales deben contar con al menos 10 a 15 años de experiencia.
“Ha habido casos en los que el imputado se va a su casa y el juez se va a la cárcel”, enfatizó Olvera, haciendo un llamado a los nuevos jueces, magistrados y ministros a reflexionar sobre las responsabilidades que conlleva su labor más allá de las prestaciones.