La Representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, informó que su país ganó la disputa comercial contra México en el contexto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por las restricciones impuestas al maíz transgénico.
La Oficina del Representante Comercial (USTR) detalló en un comunicado que el panel de solución de controversias concluyó que las medidas mexicanas carecían de fundamento científico y violaban el acceso al mercado acordado en el tratado.
El panel respaldó las siete reclamaciones de Estados Unidos, que incluyen la prohibición del uso de maíz genéticamente modificado en masa y tortillas, así como la instrucción de México para eliminar gradualmente este maíz en otros productos y alimentos para animales.
Tai subrayó que esta resolución destaca la importancia de políticas comerciales basadas en la ciencia, mientras que el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, celebró que la decisión garantiza acceso total de los productores estadounidenses al mercado mexicano.
Por su parte, la Secretaría de Economía de México publicó un comunicado en el que expresó su desacuerdo con la resolución, argumentando que las medidas en cuestión están alineadas con los principios de protección a la salud pública y los derechos de los pueblos indígenas.
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— Economía México (@SE_mx) December 20, 2024
Panel del T-MEC distribuye Informe Final en el caso México – medidas relacionadas con el maíz genéticamente modificado (MEX-USA-2023-31-01)
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A pesar de esto, México respetará la decisión del panel, asegurando que se mantendrá el funcionamiento del sistema de solución de controversias del T-MEC, tal como ocurrió en el caso sobre Reglas de Origen del sector automotriz, que resultó favorable para México.
En su comunicado, el gobierno mexicano reafirmó su compromiso de seguir defendiendo los derechos de los mexicanos, de acuerdo con las obligaciones internacionales adquiridas.
Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, México intentó limitar las importaciones de maíz transgénico debido a preocupaciones sobre su impacto en la salud y el riesgo para las variedades autóctonas del país.
México es autosuficiente en maíz blanco, utilizado para la producción de tortillas, pero depende de la importación de maíz amarillo transgénico de Estados Unidos, que se utiliza principalmente para la alimentación del ganado.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha manifestado que su gobierno continuará protegiendo el maíz blanco no transgénico, en línea con la Constitución y en defensa de la capacidad agrícola local.
