La amenaza de un arancel del 25% sobre las importaciones de tequila por parte de Estados Unidos ha generado preocupación entre los productores mexicanos, quienes temen que sus empresas, construidas con esfuerzo a lo largo de los años, puedan desaparecer.
Melly Barajas, propietaria de Azteca Wines And Spirits, una destilería en Jalisco, expresó el impacto que esta incertidumbre tiene sobre su negocio. Su destilería, que emplea exclusivamente a mujeres, se ha visto obligada a congelar su cadena de suministro, un proceso que debe planificarse con meses de antelación.
"Pues estamos asustados. ¿Por qué? Porque por ejemplo desde diciembre nosotros tenemos una proyección para el año siguiente. En diciembre se abre la bolsa de trabajo, ya teníamos quiénes iban a entrar e hicimos un stop, paramos totalmente. Ahora en enero siguen las chicas esperándonos (...) No sabemos qué va a pasar", dijo Barajas en una entrevista con Reuters.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había planeado imponer este arancel del 25% a México y Canadá, acusándolos de no hacer lo suficiente para frenar la migración y el tráfico de fentanilo. Sin embargo, el 3 de febrero, Trump acordó una pausa de 30 días después de que ambos países aseguraran reforzar sus fronteras.
El tequila, producido a partir del agave, ha ganado gran popularidad en los últimos años. De hecho, en 2023 superó al whisky como la segunda bebida alcohólica más vendida en Estados Unidos, solo por detrás del vodka.
Según el U.S. Distilled Spirits Council, las importaciones de tequila a Estados Unidos alcanzaron los 3,800 millones de dólares durante los primeros nueve meses de 2024, lo que representa un aumento del 13% respecto al año anterior.
A pesar de este crecimiento, la posible implementación de aranceles pondría en riesgo los precios competitivos del tequila, ya que, al igual que productos como el champán francés o el queso parmesano italiano, el tequila solo puede producirse en México.
Las asociaciones comerciales de bebidas espirituosas en Estados Unidos también alertan que los aranceles podrían afectar el empleo y perjudicar al sector de la hostelería, que aún lucha por recuperarse de los efectos de la pandemia.
Barajas advirtió que los compradores estadounidenses podrían optar por otras bebidas si se imponen los aranceles, lo que afectaría aún más el mercado.
"La incertidumbre es una cosa que nos está afectando muchísimo, también anímicamente a las chicas, toda la producción, porque todo lo que hemos hecho durante tantos años se ve afectado por un arancel", comentó.
Finalmente, Barajas hizo un llamado a las autoridades para que se sienten a negociar acuerdos y permitan a las empresas seguir trabajando sin obstáculos:
"Yo quisiera que nos dejaran trabajar, que nos dejara llevar ese pan a nuestras casas y que las personas que son nuestros líderes se sienten a hacer convenios. Para eso inventaron los convenios. Son acuerdos que tiene que haber en las sociedades, en las empresas, en los matrimonios. Entonces siéntense a negociar, déjennos trabajar".