Durante la "Vigilia y luto nacional" realizada en Guadalajara, asistentes expresaron su indignación frente al Palacio de Gobierno de Jalisco, pidiendo justicia por las víctimas de desapariciones forzadas. El lema más repetido fue

“¡Alfaro sí sabía!”,

en referencia al gobernador Enrique Alfaro, a quien se le acusa de estar al tanto de la operación del rancho Izaguirre, donde se descubrió un centro de reclutamiento y exterminio de víctimas, especialmente jóvenes.

La protesta, que incluyó a madres y familiares de desaparecidos, miembros de colectivos de búsqueda, defensores de derechos humanos y ciudadanos, demandó respuestas a la violencia y la impunidad en Jalisco. Se colocaron cientos de zapatos y velas en la calle Corona, como símbolo de las víctimas y en alusión a los restos hallados en el rancho Izaguirre. Las consignas también incluyeron frases como

“No más campos de exterminio en Jalisco” y

“Todos somos Teuchitlán”.

Madres de desaparecidos, como María del Rosario, quien busca a su hijo Luis Armando González, expresaron su dolor y desesperación, pidiendo el regreso de los cuerpos de sus hijos para poder encontrar paz. Los participantes acusaron al actual gobernador, Pablo Lemus, y al exgobernador Alfaro de encubrir estos crímenes, y exigieron una investigación exhaustiva sobre las desapariciones forzadas y la identificación de los responsables.

Además, las familias de los desaparecidos pidieron medidas de protección para los buscadores y reformas en el sistema de justicia, incluyendo la creación de una fiscalía especializada en desapariciones y la rendición de cuentas por parte de las autoridades. La protesta concluyó con las velas encendidas y las fotos de los desaparecidos colgadas en el mobiliario urbano, exigiendo que no se repitan estos crímenes y que se trate con seriedad el problema de las desapariciones en el país.