El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ha informado sobre los resultados de un estudio científico que analizó imágenes satelitales del rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco.
Este estudio detectó registros de humo negro y altas concentraciones de ceniza en la zona desde 2019, lo que podría estar relacionado con la quema de gasolina u otros hidrocarburos.
Las imágenes satelitales mostraron que las cenizas se encontraban en los mismos lugares donde el colectivo había denunciado previamente el hallazgo de hornos crematorios en la tierra y restos óseos el pasado 5 de marzo.
Según Indira Navarro Lugo, representante del colectivo, “activistas de otros países nos han estado apoyando con localización de donde hubo crematorios o fuego muy diferente a un fuego normal, por medio de gráficas históricas de imágenes satelitales, porque la ceniza se queda plasmada en la imagen del satélite, y hacen la comparativa”.
Los miembros del colectivo explicaron que el humo blanco es típico de incendios forestales, mientras que el humo negro es indicativo de la quema de combustibles como gasolina, diésel o llantas, como se evidenció en este caso.
El estudio utilizó imágenes del satélite Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA) y un índice denominado NDAI5 para identificar concentraciones inusuales de ceniza.
La investigación también incorporó datos del Sistema de Información de Incendios de la NASA (FIRMS), que reportaron actividad de fuego en el área del rancho antes y después de 2019.
Este análisis fue realizado con la colaboración de investigadores de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación del Gobierno de México (SECIHTI), antes Conacyt.
Para Guerreros Buscadores de Jalisco, los resultados del estudio respaldan las denuncias de los familiares de personas desaparecidas sobre la existencia de crematorios clandestinos en la zona.
La agrupación afirmó: “Son pruebas científicas, nosotros no mentimos”, respaldando así las versiones de las víctimas.