Las Fuerzas Armadas de México detuvieron en la Ciudad de México a Leobardo García Corrales, identificado como colaborador cercano de Joaquín "El Chapo" Guzmán e Ismael "El Mayo" Zambada, líderes fundadores del Cártel de Sinaloa. La captura fue confirmada por Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
García Corrales es señalado como responsable de la producción y distribución de metanfetamina y fentanilo para dicho cártel, considerado por el actual gobierno de Estados Unidos como una organización terrorista.
La Agencia Antidrogas de ese país (DEA) ofrecía una recompensa de hasta 4 millones de dólares por información que llevara a su captura, ya que enfrenta cargos por conspiración para importar fentanilo a territorio estadounidense.
Su localización y posterior arresto se logró gracias al intercambio de información entre autoridades mexicanas y estadounidenses. El operativo fue encabezado por la Secretaría de Marina (Semar) y la Fiscalía General de la República (FGR), en coordinación con la SSPC.
El detenido fue ubicado en la alcaldía Tlalpan, al sur de la capital, específicamente sobre el Boulevard Adolfo Ruiz Cortines. Tras confirmar su paradero, se implementaron vigilancias fijas y móviles que permitieron su detención sin incidentes.
García Corrales tiene una solicitud de extradición vigente por parte de las autoridades estadounidenses. Esta captura se da en medio de una fuerte presión del presidente Donald Trump para que México refuerce su lucha contra el narcotráfico.
En este contexto, el gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha lanzado la "Operación Frontera Norte", mediante la cual se han detenido a más de 2,000 personas y se han incautado más de 24 toneladas de droga, como parte de sus esfuerzos para evitar nuevos aranceles estadounidenses.