La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), ha informado sobre la detección de un brote de influenza aviar AH7N3 en una granja comercial ubicada en el municipio de Marín, Nuevo León.
Este virus es distinto al que afecta a otras granjas avícolas en América del Norte y, según las autoridades, no representa un riesgo para el consumo de pollo y huevo.
Ante la confirmación del brote, Senasica ha activado inmediatamente el protocolo sanitario para controlar la situación.
El personal técnico está realizando un monitoreo constante en un área de 10 kilómetros alrededor de la granja afectada y se están tomando muestras en otras unidades de producción avícola en la zona.
Además, se hace un llamado a los productores, veterinarios y a la población para reforzar las medidas de bioseguridad, como evitar el acceso de aves silvestres, limitar la entrada de personas ajenas y garantizar que el personal se cambie de ropa y se bañe antes y después de entrar a las granjas.
La influenza aviar es una enfermedad viral que afecta principalmente a aves, pero que en ocasiones también puede contagiar a mamíferos y humanos.
En México, en marzo de 2025, se registró el primer caso humano de influenza aviar A(H5N1) en Durango, una niña de tres años que permanece hospitalizada en estado grave.
Sin embargo, la Secretaría de Salud ha asegurado que el riesgo de transmisión sostenida entre personas es bajo y que el consumo de pollo y huevo bien cocidos es seguro.
A nivel global, la influenza aviar ha causado brotes significativos desde 2020, afectando principalmente a aves de corral en África, Asia, Europa y América.
Entre 2022 y 2025, varios países de las Américas, como Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina, han reportado miles de casos de la variante A(H5N1), siendo Estados Unidos uno de los países más afectados, donde se han implementado restricciones en varios condados de California.
Las autoridades internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), siguen monitoreando de cerca la situación debido a la alta mortalidad del virus en aves y su potencial riesgo zoonótico.
Hasta la fecha, más de 900 casos humanos de influenza aviar H5N1 han sido confirmados a nivel mundial, con una tasa de letalidad de alrededor del 48%.