El cineasta mexicano Alfonso Cuarón envió al presidente Enrique Peña Nieto, diez preguntas sobre la reforma energética a través de una carta publicada en periódicos y en el sitio web http://diezpreguntas.com/
En ella, le agradece todos los mensajes de felicitación por el éxito y reconocimientos, entre ellos el Óscar, por su película Gravity y le plantea una preocupación que también, afirma, es de muchos mexicanos, sobre la reforma energética.
Al ser entrevistado por León Krauze en febrero pasado, “usted afirmó que yo no estaba bien informado sobre la reforma energética en nuestro país”, detalla Cuarón.
Peña señaló en dicha ocasión que en México “no han faltado los grupos que en oposición a estas reformas han generado desinformación y de ahí que algunos lleguen a comprar (estos argumentos) o, con no suficiente información, simplemente no conozcan el alcance y el sentido de las reformas”, cita el texto.
Ante ello, Cuarón señala que la falta de información no se puede atribuir a los grupos de oposición que generaron la desinformación, sino al proceso legislativo y democrático que “fue pobre y careció de una discusión profunda, y la difusión de sus contenidos se dio en el contexto de una campaña propagandística que evadió el debate público. No estoy informado porque el gobierno que usted encabeza no ha compartido conmigo –con nosotros, los mexicanos– elementos indispensables para entender el alcance y el sentido de las reformas”.
Y agrega que a pesar de que los argumentos presentados para impulsar estas reformas, entre ellos el crecimiento económico del país, no le convencen.
“Es ingenuo pensar que el fondo de este reconocimiento sea el crecimiento de nuestro país. Y no me mal entienda: celebro el júbilo de medio mundo siempre y cuando el principal beneficiado –económica y socialmente– sea mi país, sus ciudadanos y que su medio ambiente sea respetado a cabalidad”.
Para el cineasta, la reforma es trascendente, pues cambia el paradigma del desarrollo nacional. Y ante la llegada de las leyes secundarias en próximos días al Congreso de la Unión, le pide que informe sobre su sentido y alcance.
Ante ello, planeta "10 preguntas cuyas respuestas podrían disipar algunas dudas sobre la reforma”.
1. ¿Cuándo bajarán los precios del gas, gasolina, combustóleo y energía eléctrica? ¿Qué otros beneficios tangibles se esperan de la Reforma? ¿Cuál es el cronograma de esos beneficios?
2. ¿Qué afectaciones específicas habrá al medio ambiente con prácticas de explotación masiva? ¿Qué medidas se tomarán para protegerlo y quién asumirá la responsabilidad en caso de derrames o desastres?
3. Los hidrocarburos son recursos no renovables y su impacto en el medio ambiente es enorme. ¿Existen planes para desarrollar tecnologías e infraestructuras de energía alternativa en nuestro país?
4. De la reforma aprobada derivarán contratos multimillonarios. En un país con un estado de derecho tan endeble (y muchas veces inexistente) como el nuestro, ¿cómo podrán evitarse fenómenos de corrupción a gran escala?
5. Las trasnacionales petroleras en el mundo tienen tanto poder como muchos gobiernos. ¿Qué medidas se tomarán para evitar que el proceso democrático de nuestro país quede atrapado por financiamientos ilícitos y otras presiones de los grandes intereses?
6. ¿Con qué herramientas regulatorias cuenta el gobierno mexicano para evitar que se impongan las prácticas de depredación que puedan cometer las empresas privadas que participarán en el sector?
7. ¿Cómo asegurar que la reforma incremente la productividad de Pemex si no se enfrenta el problema de la corrupción dentro del sindicato?
8. Si Pemex aportó durante 70 años más de la mitad del presupuesto federal (con el que se construyó la infraestructura nacional, se sostuvo la educación y los servicios de salud gratuitos), ahora que el aporte del petróleo no irá directamente de Pemex a las arcas, ¿cómo se cubrirá dicho presupuesto?
9. ¿Cómo asegurar que las utilidades no se canalicen a la expansión de la burocracia sino que lleguen al propietario original de esos recursos, que es el pueblo mexicano?
10. Dos experiencias desastrosas permanecen en la memoria de los mexicanos: la quiebra de 1982 (luego del dispendio, la ineptitud y la corrupción que caracterizó el manejo de la riqueza petrolera de los años 70) y las reformas discrecionales y opacas de tiempos de Salinas de Gortari, buenas para las manos privadas pero dudosas para los consumidores. ¿Qué nos garantiza que esas experiencias, que han ahondado los abismos sociales, no se repitan? Usted y su partido cargan con la responsabilidad histórica de estas reformas. ¿Cree realmente que el Estado mexicano tiene los instrumentos para llevarlas a cabo con eficacia, sentido social y transparencia?
Fuente: elfinanciero.com.mx
Foto: La Web