De manera similar a Humza Shahzad, el niño inglés que superó los exámenes para especialistas de Microsoft, Carlos usa con soltura una computadora desde los dos años de edad, gracias a la cual aprendió a leer sin problemas desde los tres años y medio de edad. Además, prefiere pasar sus vacaciones estudiando por sus inquietudes científicas.
Inicialmente, la familia del niño se reunió con Alejandra Soriano, representante de la Secretaría de Extensión Académica de la Facultad de Química, quien no estaba seguro de inscribir al niño a los cursos, pero después de comprobar su desempeño en su primer diplomado (Principios de equilibrio en disolución) le dio carta abierta para seguir preparándose en la Facultad.
Santamaría cursa actualmente el cuarto año de primaria, debido a que oficialmente no puede adelantar de grado escolar hasta que cumpla diez años. Por tener un nivel de conocimiento más adelantado a sus compañeros, él se aburría mucho en la escuela primaria y ha tenido problemas con profesores al cuestionar sus conocimientos. Todo lo contrario que ha encontrado en la UNAM:
“Me gusta estar aquí (en la UNAM), en todo el medio; siento que aquí puedo estudiar bien. Me gustaría cursar biología, química o medicina, porque hago muchas cosas aparte de la química. A veces veo la tele o estoy con mis juguetes; hago muchas cosas, pero no tengo redes sociales, eso la verdad no me interesa. Investigo cosas así, de química o bioquímica; por ejemplo, en este módulo me ponen tres espectros y me preguntan qué compuesto químico es, y no me dan ningún dato, pero todo lo que está difícil lo resuelvo de cualquier modo”, indicó.
De acuerdo con sus compañeros de curso, Carlos siempre se sienta en la primera fila y es el único de los 15 alumnos que toman el diplomado que llega acompañado de sus padres.
Los orgullosos padres de Carlos
Los padres de Carlos, Fabián Santamaría Plascencia y Arcelia Díaz Sotelo, inscribieron a su hijo en los cursos de la Facultad de Química para que no desperdiciara su talento enfrentando a los profesores de primaria, aun así, ellos mismos han sido cuestionados por el hambre de saber de su vástago.
“En una ocasión, en Toluca, una profesora insinuó que nos acusaría de maltrato infantil, porque presuntamente le enseñábamos a Carlos cosas antes de la etapa que le correspondía; pero él las aprende, yo no las enseño, y es un gusto saberlo. Mi labor de padre es que todo esto no se vaya por un camino obscuro”, comentó Fabián Santamaría.
La familia de Carlos es universitaria, su padre inició sus estudios en la Facultad de Ingeniería de la UNAM y los terminó en Cuba. Fabián Santamatría conoció a su esposa, Arcelia Díaz (Educadora física), en la Alberca Olímpica de Ciudad Universitaria, ambos fueron parte del equipo de triatlón de la UNAM y cuando unieron sus vidas creyeron que tendrían un hijo deportista.
A partir del próximo ciclo escolar Carlos ya no estudiará en la escuela tradicional, él se encuentra inscrito actualmente a un programa de educación en línea de la Comunidad Económica Europea.
“Ya está aceptado e inscrito, empieza el 1 de octubre. Iniciará cuarto año de primaria y presentará ejercicios trimestrales; eso será el 50% de la calificación. A fin de año irá a la embajada de España y presentará un examen que vale el otro 50 %”, explica Fabián.
Cuando el pequeño cumpla 10 años su padre buscará que el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), que tiene un programa llamado “10-14”, le haga exámenes para acreditar y adelantar años académicos. Por lo pronto, Carlos ya está inscrito en un nuevo diplomado de la Facultad de Química: Bioquímica y Biología Molecular para la Industria Farmacéutica y Biotecnológica. | codigoespagueti