Las cifras aseguran que cada 5 de cada 10 alumnos agreden dentro y fuera de los planteles educativos en el país.
Ante este panorama, la especialista en “bullying”, Cristina Jáuregui, comentó que el acoso escolar es algo que se ha ido agravando y que ha existido desde hace mucho tiempo.
La semana pasada, durante la presentación de su libro “¡Ya Basta! Acabemos con el bullying”, Jáuregui dijo que “este problema se ha ido modificando en estas épocas, se ha hecho cada día más violento y ha cobrado la vida de muchos niños y adolescentes”.
“La palabra bullying es la que más usan nuestros hijos en la primaria, la secundaria, la prepa, es un anglicismo pero es la palabra que identificamos rápidamente y con la que los adultos podemos saber si nuestros hijos están siendo víctimas de ello”, expresó.
Por ello, el tema debe de ser atendido por autoridades, padres de familia y escuelas.
“Somos el número uno a nivel mundial en acoso escolar, imagínate cuántos niños, niñas y jóvenes están viviendo esto, cuántas personas están siendo violentadas”, comentó.
En la actualidad, dijo la terapeuta, “empezamos a saber de casos gravísimos y fue entonces que se comenzó a hacer cambios, a tal grado que la Secretaría de Educación Pública (SEP) realiza un programa en el que se cuenta con un espacio donde se brinda asesoría para atender los casos de bullying”.
En ocasiones, agregó Jáuregui, los afectados no reconocen que están siendo violentados y por el contrario, los victimarios realizan agresiones de manera normal.
LAS ACCIONES DEL GOBIERNO MEXICANO
Desde mayo de 2014, la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México puso en marcha un plan, integrado por 15 puntos, para facilitar el combate al acoso escolar y a la violencia en las escuelas de todo el país.
El convenio fue firmado por distintas autoridades educativas de esa nación, con el fin de coordinar con gobernadores e instituciones educativas acciones que contengan y den una solución eficaz al problema.
Entre estas acciones destaca desarrollar programas de actuación para directores, maestros y alumnos para encauzar adecuadamente situaciones de violencia.
“Este instrumento no es la única respuesta al problema de violencia. Se trata del primero de muchos pasos que debemos dar la sociedad y todos los niveles de la autoridad educativa en su conjunto”, dijo el entonces secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet.
Las medidas contemplan también la realización de estudios a nivel nacional, estatal y regional para identificar las escuelas con mayor incidencia, con lo que se hará un mapa para focalizar e implementar posibles soluciones.
De acuerdo con este programa se llevan a cabo denuncias, con la creación de una instancia oficial en cada entidad, así como campañas permanentes de prevención y talleres para orientar a padres de familia sobre cómo actuar ante casos de acoso.
Asimismo, Chuayffet comentó que las acciones se implementarían en todos los estados del país y en las más de 230.000 escuelas públicas y privadas de educación básica, así como ayudar a los papás a que participen en la prevención y atención de la violencia.
“Cada entidad debe establecer un marco de convivencia basado en el respeto a los derechos humanos, donde se expliquen con claridad los derechos, obligaciones y las sanciones a quienes violen las normas establecidas”, apuntó.
El entonces representante del gobierno mexicano dijo que el fenómeno del “bullying” no es privativo de las escuelas, pero el hecho de que se manifieste en ellas, revela la urgente necesidad de crear un entorno escolar seguro para los niños cuenten con la protección y el respeto a sus derechos cuando asisten a clases.
Sin embargo, Chuayffet advirtió que el acoso escolar se detona en las escuelas, pero sus raíces están ligadas al crepúsculo familiar, además de que es multifactorial, y por ello hizo un llamado a sus homólogos a actuar “más allá de la emergencia”.
DETECCION OPORTUNA Y REHABILITACION
De acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las agresiones continuas de “bullying” puede ocasionar una dependencia entre el maltratador y la víctima.
El estudio denominado “Acoso Escolar Bullying. Diagnóstico Médico-Legal” establece que en los casos de “bullying” existen tres actores que son el agresor, la víctima y el espectador, mismos que contribuyen a que esta conducta permanezca.
Por lo anterior, la psicóloga Silvia Saldaña Santamaría, dijo a Xinhua que para poder combatir el acoso escolar es necesario detectar el problema y, posteriormente, tener un acercamiento con los niños, abrir líneas de comunicación con las víctimas y averiguar cuál es el entorno en el que se desenvuelven en el colegio.
“Podemos investigar de manera minuciosa qué es lo que está pasando en la escuela, platicando con los profesores, con los compañeros y directivos de la institución a la que asista el niño o adolescente”.
Asimismo, la especialista dijo que muchas veces los niños son intimidados y amenazados, lo que muchas veces conlleva a que el abuso se repita una y otra vez.
“Hay que platicar con el afectado para crear un ambiente de confianza que muchas veces se pierde por no haber una buena comunicación padre-hijo y generando en los niños un sentimiento de vacío, de soledad, lo que hace que los niños se sientan indefensos”, comentó.
Por ello, la psicóloga recomendó mantener la calma y no demostrar preocupación excesiva al niño, ya que “él tiene que ver en nosotros confianza y determinación y una actitud positiva ante el conflicto”.
En la escuela se debe exigir que lo que está viviendo el niño se atienda, pedir hablar con las autoridades competentes, en este caso, con los directivos y “hacer un frente común” para que toda la institución actúe y esté al tanto de lo que está pasando.
“En la escuela se debe vigilar al agresor y a la víctima sobre su rutina diaria y, sobre todo, en lugares apartados que no estén a la vista de las autoridades”.
En la familia, recomendó Saldaña, hay que identificar los cambios que enfrenta el niño que, en algunos casos son imperceptibles.
“Los niños que sufren de esta violencia se vuelven más callados, se encierran, se aíslan. Esos cambios pueden ser ‘focos rojos’ que nos indican que algo no está bien, que algo está pasando con el chico y que hay que ponerle atención”, destacó Santamaría.
Además, la experta pidió a las instituciones educativas y a los padres de familia asumir una responsabilidad compartida con el fin de atender y erradicar esta problemática creciente en México.
El acoso escolar se ha convertido en un severo problema que enfrenta el gobierno de México, cuyas medias no han dado el resultado que se esperaba, ya que el “bullying” se ha incrementado un 10 por ciento en los últimos dos años, según cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de ese país, que son los datos más recientes de que se dispone.