En algunos lugares del país ya le llaman "La Pelea de Siglo". No es sobre un ring ni entre luchadores. La protagonizan los todavía esposos Jorge Vergara y Angélica Fuentes, otrora pareja dorada en el mundo empresarial mexicano, que hoy intercambian querellas y acusaciones por el poder de Omnilife, un grupo distribuidor de suplementos alimenticios y dueño del club Chivas, que según datos de la empresa, factura más de 1.700 millones de dólares tan solo en 2014. ¿El último round? La demanda que Fuentes ha presentado en un juzgado de El Paso, Texas, donde acusa a Vergara de violar la Ley Federal contra la Extorsión Criminal y Organizaciones Corruptas (RICO, en inglés), utilizada por el Gobierno estadounidense para pelear contra el crimen organizado en su territorio.
Fuentes responde así a la última jugada de Vergara, que ha conseguido mantener el poder de la empresa de la que compartían el 50% de las acciones pese a que la empresaria —y madre de dos de sus hijas— había conseguido ganar un recurso en una demanda mercantil que le permitía en teoría recuperar el control de Omnilife y de Chivas. Los representantes legales de Vergara han insistido en que Fuentes no puede reclamar el poder de las empresas debido a los procesos legales que su esposo ha interpuesto en su contra, en los que la acusa de fraude y que incluso podrían desencadenar su detención de volver a México. "Son patadas de ahogado", ha declarado a los medios el representante legal de Vergara, Javier Coello. Fuentes ha acusado también en la querella presentada en El Paso a Coello, como "probable responsable de conductas criminales".
Los todavía esposos pelean el poder de Omnilife, que según cifras de la empresa facturó en 2014 más de 1.700 millones de dólares
Desde el 1 de abril pasado, en que Vergara anunció la expulsión de Fuentes de todos sus cargos en el grupo, la empresaria reside en Estados Unidos. La empresaria ha declarado a los medios que su esposo la amenazó con "destruirla en la prensa y organizar manifestaciones en su contra" a menos que ella cediera el poder de la empresa. Incluso ha difundido que su esposo tomó la decisión de separarla abruptamente del grupo cuando se enteró de que ella planeaba divorciarse de él. Menos de dos meses antes de la expulsión de Fuentes de Omnilife y de Chivas, la pareja celebró por todo lo alto el 60 cumpleaños de Vergara en Guadalajara, una de las ciudades más importantes de México y sede del grupo empresarial.
De la maraña de pleitos y acusaciones, lo que queda claro es que Fuentes fue tomada por sorpresa. La empresaria asegura que el 1 de abril, el día en que Vergara echó mano de la policía estatal de Jalisco para expulsar a todo el personal que, según sospechara, le era fiel a su esposa, estaba de vacaciones de Semana Santa con sus dos hijas. Inicialmente declaró que esperaba que su marido se reuniera con ellas, ahora dice que ella ya planeaba su separación.
La demanda que Fuentes ha presentado en Texas es relevante porque también es la primera ocasión en que el matrimonio litiga (mantienen más de medio centenar de pleitos legales) en Estados Unidos, donde el grupo tiene una subsidiaria (Omnilife USA) e incluso una filial de Chivas, un club de fútbol tan popular que sus derechos en transmisión en EE UU solo son superados por los del Barcelona y el Real Madrid.
La empresaria ha mantenido un prudente silencio en sus redes sociales. "Habrá días difíciles y días dignos de celebraciones. Levántate cuando caigas. Cuando veas venir un obstáculo, enfréntalo con dignidad", escribió apenas hace un par de días. | elPaís