Los pasillos de la Facultad de Medicina están de fiesta. Su director, Luis Enrique Graue Wichers, ha sido nombrado rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para el periodo 2015-2019. Después de que la Junta de Gobierno, el órgano formado por 15 académicos y encargado de elegir al rector, anunciara el resultado de la deliberación este viernes, Graue celebró su nuevo puesto al grito de “¡Goya, Goya, cachún cachún ra ra, Goya, Universidad!”, porra de la UNAM. Y junto a él, estudiantes, profesores e investigadores.
Sus primeras palabras como rector han quedado sintetizadas en un breve mensaje: "La UNAM seguirá siendo autónoma, pública, laica e incluyente". Y añadió: "Velaré para que el trabajo de los universitarios colabore eficazmente a construir una sociedad más libre, comprometida socialmente y en constante mejoría”.
Graue habla tranquilo y sin subir el tono de voz. No duda al responder a los diversos cuestionamientos que se le formulan, pero se aleja de cualquier molde político. Más que contestar de manera automática, Graue mantiene una conversación. Pondera y reflexiona. Habla muy bien de sus dos antecesores en la Rectoría, pero afirma en reiteradas ocasiones, que para superar los retos que laten en el corazón de la UNAM es necesario cambiar el sentido. “Al doctor Juan Ramón de la Fuente le tocó sacar a la Universidad de un bache profundo en el que había caído y luego proyectarla, al doctor José Narro le tocó seguir la proyección y crecerla. Ahora, el nuevo rector debe trabajar para adentro y consolidarla. Yo creo que ese es gran reto que enfrenta la siguiente gestión”, afirmó en una entrevista a este diario.
Sus ocho años en la Facultad de Medicina le han dado las bases para el nuevo reto que enfrenta: “Como director de la Facultad de Medicina he aprendido que las cosas se pueden resolver. Soy capaz de conciliar intereses distintos, conozco muy bien a la Universidad, la quiero muchísimo y no tengo ningún otro interés ajeno a ella”.
En este centro obtuvo los títulos de médico cirujano y de especialista en oftalmología, a los que añadió la subespecialidad en el área de Biología y Cirugía de Trasplantes de Córnea que cursó en la Universidad de Florida. Es representante de la universidad ante el Consejo de Salubridad General, integrante titular del Consejo Consultivo de Salud del Distrito Federal. Y ha dirigido diversas sociedades nacionales e internacionales de su especialidad: presidente de la Sociedad Mexicana de Oftalmología (1990), presidente del Consejo Mexicano de Oftalmología (2005-2006), presidente de la Asociación Panamericana de Oftalmología (2005-2007) y vicepresidente del International Council of Ophtalmology desde 2014.
Ha destacado, en diferentes entrevistas a medios locales, la "prudencia, decisión y visión que han tenido los anteriores rectores médicos". Aunque ha señalado también que no se trata de profesiones, sino de "actuar como un universitario". La facultad de medicina es la más emblemática del organismo, con más de 437 años de historia.
Considera que la principal función como rector es la formación de recursos humanos capaces de responder a las necesidades del país.Ve a la institución como un ente analítico y reflexivo de los problemas nacionales: "Puede ser crítica, pero no debe ser su finalidad".
Durante las pasadas semanas estaba en la cabeza de todos un ganador: Sergio Alcocer. Eran sólo rumores, pero tanto los medios locales como muchos miembros de la comunidad universitaria coincidían en que esta era la opción más probable de las deliberaciones internas y secretas de la Junta de Gobierno. No ha sido así. Los 15 académicos que conforman la corte de sabios encargados de elegir al que dirigirá la universidad más grande de Latinoamérica han provocado un giro inesperado este viernes desechando al ingeniero civil que trabajó durante los últimos tres años como subsecretario de Relaciones Exterioires. | elPaís