Las bebidas sin gas están ayudando a que las ventas generales de Coca-Cola y PepsiCo mantengan su efervescencia en México, pese a un impuesto sobre las sodas que el país estableció para hacer frente a las crecientes tasas nacionales de obesidad y diabetes.
Cuando México gestionaba hace tres años la implementación de un impuesto sobre las bebidas gaseosas, el sector advirtió que las ventas en el segundo mayor consumidor mundial de bebidas azucaradas podrían verse perjudicadas.
Pero más de dos años después, PepsiCo y Coca-Cola han encontrado maneras de prosperar en México gracias a productos alternativos y a una demanda firme, según una revisión que realizó Reuters de informes corporativos y de declaraciones de ejecutivos.
El jueves, la presidenta y presidenta ejecutiva de PepsiCo, Indra Nooyi, dijo que México, donde se generan los mayores ingresos de la compañía después de Estados Unidos, es "una de las estrellas más brillantes" en América Latina, en medio de los problemas económicos que experimentan Venezuela y Brasil.
Tras la implementación del impuesto en enero de 2014, los volúmenes de ventas de bebidas declinaron durante un trimestre en el caso de Pepsi y dos trimestres para Coca. Pero desde entonces, ambas empresas han informado una expansión consistente en sus ventas en México.
El crecimiento en las ventas de productos como agua embotellada y jugo ha contribuido a los resultados de las dos firmas. También ha ayudado el crecimiento económico en el país.
El consumo per cápita de gaseosas en México disminuyó un 4 por ciento a 134 litros en 2014, según datos de la firma de investigación de mercado Euromonitor.
En 2015, el consumo siguió bajando y se prevé que 2016 refleje un descenso a 132.2 litros per cápita.
En cambio, el consumo de agua embotellada ha escalado un 50 por ciento en la última década, lo que refleja el declive del consumo de sodas en el resto del mundo. Los grandes productores están conscientes de eso y han diversificado su oferta.
Pero pese al declive per cápita, los volúmenes de gaseosas generales se están elevando. Tras su caída en 2014 y 2015, los volúmenes crecieron un 2 por ciento entre enero y abril de 2016 respecto al mismo período del año previo, según la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac) de México.
Mientras municipios y estados en Estados Unidos consideran la idea de gravar las bebidas azucaradas para combatir la obesidad y la diabetes, el repunte de las ventas en México sugiere que tales políticas no necesariamente son calamitosas para los grandes productores de bebidas. | El Financiero