Cuautla, Morelos.- La Fiscalía General del Estado entregó a familiares el cuerpo de una mujer, que fue identificado entre los 117 cuerpos que en marzo de 2014 fueron inhumados de forma irregular en las fosas de Tetelcingo, en el panteón comunitario Tres Cruces, en el municipio de Cuautla.

Luego de que en mayo pasado por presión y exigencia de organizaciones de víctimas y personas desaparecidas, fueron exhumados los cuerpos para la toma de nuevas muestras biológicas, se logró identificar dos cuerpos.

El primero fue el de Israel Hernández Torres, joven comerciante que fue secuestrado en julio de 2012 y asesinado por sus captores. Pese que la familia negoció con los plagiarios, no supo del destino de Israel por cuatro años, sino hasta que se unió a los reclamos de familias de víctimas y pidió a las autoridades buscarlo entre los cuerpos no identificados en la fosa de Tetelcingo.

Ayer, la fiscalía estatal, en presencia de la Fiscalía de Personas Desaparecidas y la Comisión de Víctimas del Estado de México, entregó a su familia un segundo cuerpo. Se trata de la joven de 28 años María Dolores Cárdenas, residente en el Estado de México, y quien fue reportada como desaparecida el 31 de marzo de 2015 por su familia.

En el panteón Jardines del Recuerdo, en el municipio de Cuautla, donde fueron reinhumados en condiciones dignas los 117 cuerpos, peritos de criminalística de campo y fotografía, un antropólogo y médico legista de los Servicios Médicos Forenses y un agente del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado (FGE), procedieron a la exhumación del cadáver de María Dolores, depositado en la fosa A, gaveta 10, bajo la Carpeta de Investigación CT-UIDD-C/1072/2013.

Se sabe que el mismo día de su desaparición, el cuerpo de María Dolores fue localizado en el municipio de Cuautla, pero debido a omisiones e irregularidades cometidas por el personal de la otrora procuraduría, y la falta de intercambio de información con fiscalías de otras entidades, no fue identificado el cadáver de la joven, que finalmente fue dejado en la fosa común.

Ahora queda pendiente la identificación de 115 cuerpos más y decenas de familias de desaparecidos están a la espera de que la PGR y la Fiscalía de Morelos revelen más resultados de las muestras biológicas, para saber si alguno de ellos corresponde al de sus seres queridos.

Previo a la exhumación de los cuerpos en mayo de 2016, la fiscalía estatal había entregado a sus familias los cuerpos de otras dos víctimas de secuestro, el de Oliver Wenceslao Navarrete Hernández y el de una profesora, que también por anomalías y omisiones oficiales fueron echados en marzo de 2014 en la fosa común del panteón de Tetelcingo en condiciones inhumanas.