Ayer se llevó a cabo la formulación de imputación en contra de quienes son señalados por el secuestro y asesinato de quien sólo se identificó por sus iniciales FMGB, quien habría sido secuestrado el 7 de febrero y encontrado muerto en la colonia ampliación Progreso de Jiutepec el día 13.
Las personas involucradas en el secuestro y asesinato responden al nombre de Ana Elena “N”, nacida en Silao, Guanajuato; Emilia “N”, Juan “N” y Mario “N”, éste último hermano de Ana Elena.
Según datos proporcionados por el representante legal de la fiscalía del estado, el mismo día del secuestro los presuntos responsables se pusieron en contacto con la esposa de la víctima, que a su vez dio aviso a las autoridades.
En los días posteriores al plagio, elementos de la Policía asesoraron al hijo del secuestrado para que fungiera como intermediario con los delincuentes, con quienes tenía comunicación por medio del celular de su padre, lo mismo mediante llamadas que por mensajes de textos.
De acuerdo a lo que se relató en la audiencia, el día 13 se logró un acuerdo para realizar el pago del rescate, el cual sería de 100 mil pesos, que tendría que llevar en una mochila de color negro.
Pirmero, al hijo del plagiado lo mandaron a la colonia San Gaspar de Jiutepec, a un punto donde se encuentran las botaneras.
De allí, mediante un mensaje de texto, le ordenaron que se dirigiera a un crucero que se encuentra adelante y de allí doblar a la izquierda, hasta la calle Rancho Paraíso, ya en la colonia Ampliación Las Fuentes del mismo municipio de Jiutepec.
Le dijeron que allí encontraría un árbol de guamúchil, donde debería dejar la mochila.
Lo que no sabían los plagiarios es que elementos de la policía anti secuestro procedieron a vigilar el dinero a distancia, por lo que vieron que a las ocho de la noche llegaron dos camionetas, una Xtrail y una pick up, cuyos tripulantes recogieron la mochila, pero fueron seguidos por los policías hasta una casa en la calle Lirio de la colonia "Ampliación Progreso de Jiutepec" (sic), según se dijo en la audiencia.
Al entrar los sospechosos al domicilio, los policías irrumpieron y arrestaron a todos los que allí se encontraban, dos hombres y dos mujeres.
También encontraron a dos niños, de 7 y 9 años de edad, que fueron puestos a resguardo.
Poco después, un vecino del lugar de la aprehensión dijo a los policías que en las cercanías se encontraba un bulto que desprendía mal olor.
Al revisarlo, los agentes descubrieron el cuerpo del plagiado, que en un principio se creyó era el abogado Francisco Josué González Jiménez.