Cuernavaca pasó de ser la cantina más grande de México en el gobierno de Jorge Morales Barud a ser ahora el tianguis más grande de México en el gobierno actual, señalaron vecinos inconformes con la proliferación del comercio ambulante.
Señalaron que esto ha ocurrido “gracias a la corrupción del director de Gobernación y normatividad en vía pública Ricardo Ríos Enríquez, quien ha inundado de puestos ambulantes toda la antes llamada "Ciudad de la Eterna Primavera".
Indicaron que lo mismo hay puestos ambulantes en zonas arqueológicas, que en monumentos históricos, en las puertas de una iglesia, que en zonas residenciales.
“En cualquier lugar de la ciudad ese funcionario ha permitido que se instalen puestitos, convirtiendo Cuernavaca en un auténtico tianguis, claro previo moche para dar un permiso llamado de temporalidad, el cual ronda entre 25 mil y 30 mil pesos, dependiendo donde se ubique el puesto ambulante, más una cuota diaria para trabajar sin ser molestados por los inspectores de Gobernación”, aseguraron los denunciantes.
Indicaron que el paisaje de la ciudad está inundado por el comercio informal y eso contribuye a afectar la capacidad de Cuernavaca para atraer turismo y afecta todos los programas oficiales. “¿Para qué se mejora la ciudad si los comerciantes se encargarán de ensuciarla y afearla casi de inmediato?”, cuestionaron.