Al retomar el mensaje de unidad del Presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa, del presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, y del presidente del Congreso de la Unión, Jorge Carlos Ramírez Marín, el gobernador morelense expresó que es tiempo de pasar de la retórica a una agenda de hechos.
“Yo hago votos porque estos sean las actitudes que prevalezcan en la agenda política, en la agenda social y eso nos va a dar también un desarrollo económico mucho más sólido, ojala esos acuerdos alcancen para lograr los acuerdos que el país necesita para tomar las decisiones que requerimos en este momento”, expresó Adame Castillo.
Agregó que el llamado a la unidad, al diálogo y a la agenda de coincidencias, también alcanza al estado de Morelos, donde se deben emprender acciones hacia una nueva agenda de coincidencias, pues se debe reconocer que solo así el país saldrá adelante, dejando de lado diferencias partidistas que solo dañan la imagen de la entidad.
De lo contrario, agregó Marco Adame, “Seguiremos perdiendo oportunidades, dejando pasar momentos propicios para que el país avance más rápido y logre mayores niveles de justicia de equidad que son los que realmente nos deben estar convocando a todos”.
Al reafirmar que este es un momento en el que se debe tomar con toda seriedad la agenda del país, la agenda del desarrollo, el Jefe del Poder Ejecutivo estatal, señaló que también se debe distinguir las coincidencias de clase política, que son mucho más que cualquier división, que cualquier distancia que pueda haber con matices políticos.
En ese sentido, expresó que en los festejos del 2010, a lo largo y ancho del país se ha podido reflejar la verdadera naturaleza del pueblo mexicano, un pueblo de orden, un pueblo que celebra, que reconoce aquello que nos ha hecho grandes como nación, la lucha por la Independencia y la Revolución.
Al respecto, sugirió tomar la palabra al presidente de la República, al líder del Senado y al presidente del Congreso de la Unión, que han extendido la mano para establecer los mecanismos de diálogo que se requieran adicionalmente a los que ya se han tenido para pasar de la expresión de la voluntad expresa a acciones concretas.