Estaba en una casilla de Jiutepec que fue incendiada; sugiere vigilar más el día de la elección.

A tres años de haber resultado con quemaduras, cuando fungía como funcionario de casilla en el municipio de Jiutepec, el joven Eder Geovani Hernández Aranda señaló este viernes que no ha recibido apoyo económico por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) y consideró que las autoridades deben reforzar la vigilancia en la jornada del 1 de julio.

En conferencia de prensa, el joven narró que, en el proceso electoral pasado, él fungía como secretario en la casilla 454 del municipio de Jiutepec cuando un hombre ingresó a la escuela donde se instaló la mesa, arrojó gasolina y prendió fuego, lo que ocasionó que él y otras dos personas tuvieran quemaduras.

Mencionó que, en su caso, fue atendido e intervenido quirúrgicamente en Morelos, pero debido a la gravedad de las lesiones y al daño en tejidos y las funciones de dedos y la mano derecha, fue remitido a la Ciudad de México.

Comentó que desde que fue referido a la capital del país, lleva al menos seis cirugías y los gastos no han sido cubiertos por el INE, ni ha recibido apoyo alguno. Únicamente algunos consejeros nacionales del Instituto aportaron de su bolsillo una cooperación por un total de 17 mil pesos.

Calculó que hasta ahora su familia ha erogado alrededor de 500 mil pesos y él no ha podido laborar de manera normal, concluyó los estudios universitarios de derecho, pero por los procesos médicos y en virtud de que enfrenta cierta discapacidad no ha logrado tener un empleo formal.

No tiene movilidad al 100 por ciento en dos dedos y permanecen cicatrices de las quemaduras en la mano y el brazo derecho, lo que además le ha causado discriminación.

Eder Hernández expresó que debería existir legislación en la materia para garantizar la integridad de las y los ciudadanos que voluntariamente participan en la jornada electoral y que por diversas circunstancias podrían resultar con alguna lesión. Dijo que hasta donde tiene conocimiento no hay precedente de una situación similar.

Cuestionado sobre su disposición a volver a ser funcionario de casilla, respondió: “Lo pensaría, y lo que les diría a las personas que van a estar como funcionarios es que lo hagan pero que exijan seguridad”.

Y es que apuntó que ese día solo vio un policía que se fue antes de los hechos porque tenía que hacer recorridos en varias casillas.

Consideró viable y necesario que haya mayor vigilancia en Morelos, ante el clima que existe en este proceso incluso con militares o una gran cantidad de elementos policiacos.

Hernández Aranda hizo notar que a pesar de que se presentaron las denuncias correspondientes no ha habido justicia, ni por los daños sufridos personalmente ni en cuanto a lo que constituye un posible delito electoral. Comentó que él fue dado de alta del hospital la primera vez y acudió con su abogado a la Fiscalía, entonces procuraduría, y le dijeron que ni siquiera habían solicitado los videos de empresas que están ubicadas en las inmediaciones de la casilla donde ocurrió la agresión.