Agrupaciones convocadas por el autodenominado Congreso Nacional Mexicano se movilizan en varias ciudades del país

 Como en diversas ciudades del país, este domingo marcharon en Cuernavaca integrantes de agrupaciones convocadas por el autodenominado Congreso Nacional Mexicano, con el propósito de demandar que se echen atrás decisiones presidenciales como la suspensión de programas federales, entre ellas la cancelación del programa de estancias infantiles.

El contingente arrancó desde El Calvario hasta el zócalo, para expresar su rechazo a las políticas económicas y sociales de la actual administración federal, que ha centralizado recursos públicos y desaparecido o modificado varios programas federales.

Los inconformes señalaron que muchas de las estrategias que han sido canceladas se crearon desde hace muchos años y prevalecieron a través de diferentes sexenios porque eran importantes para la población, como el de las estancias infantiles, los programas con apoyos a organizaciones sociales que trabajan a favor de mujeres víctimas de la violencia y diferentes tipos de becas a estudiantes.

De igual manera, algunos de los manifestantes expresaron su rechazo a las políticas que se adoptaron en materia de salud, por recortes presupuestales en hospitales públicos de alta especialidad, así como la falta de medicamentos en muchos estados, debido a los presuntos retrasos en los procesos de licitación de compras a nivel nacional.

También hubo quienes expusieron su inconformidad por el recorte de personal en las delegaciones federales, al sostener que se disfraza de ahorro en gasto público, porque aseguran que los despidos en esas dependencias en Morelos y otras entidades se ejecutan con trabajadores que percibían los más altos salarios, pero subdelegados y puestos de otros funcionarios de alto rango, siguen intocables, según los quejosos.

Explicaron que la movilización fue convocada por el denominado Congreso Nacional Mexicano y se realizó este domingo de manera simultánea en varias ciudades del país, en claro rechazo a decisiones presidenciales, entre ellas la de materia económica que “están alejando las inversiones”, además del crecimiento de la violencia y la delincuencia en prácticamente todo el territorio mexicano.