Cifras del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes revelan que Graco Ramírez dejó como herencia más pobreza infantil y un mayor índice de embarazos adolescentes.
En Morelos, el 59 por ciento de los niños, niñas y adolescentes se encuentran en situación de pobreza y el consumo de drogas en personas de 12 a 17 años, entre los años 2008 y 2016, pasó del 0.7 al 12.6 por ciento, lo que representa un aumento del 800 por ciento.
El secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), Ricardo Antonio Bucio Mujica, alertó que la ley en la materia es clara al definir la responsabilidad del Estado en tutelar los derechos de la población infantil.
Consideró que hay muestras claras de la disposición del gobierno estatal actual de atender este compromiso.
El funcionario federal estuvo en Cuernavaca este martes y junto con el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo presidió la sesión ordinaria de reinstalación del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes del estado de Morelos (Sipinna).
Bucio Mujica expresó que el objetivo de dicho sistema es encontrar soluciones a problemas concretos cambiando paradigmas, con la participación interinstitucional y multisectorial.
Destacó la necesidad de contrarrestar la violencia que enfrentan los menores, desde una óptica integral que incluye la modificación del concepto de formación y educación en la crianza, para erradicar la disciplina mediante el castigo corporal, “por ejemplo, el paradigma de la famosa chancla voladora, que es vista como positiva por adultos”.
Informó que en el país los niños pasan en promedio cuatro horas diarias frente a la televisión y están expuestos a alrededor de tres mil 500 escenas violentas a la semana y 14 mil al mes, además de la violencia que tienen en las manos a través de los videojuegos y del internet, de las redes sociales, de la violencia escolar, de la delincuencia organizada o el crimen.
Entonces, observó el especialista, tenemos que transitar del paradigma de que los niños no obedecen porque se da prioridad a sus derechos al grado de que si se les castiga podrían demandar a los padres, para pasar a la conciencia de que “es nuestra generación la que les puso la violencia en las manos, la que se les puso en la televisión, la que permitió que esa situación esté en las calles y ahora son una generación que tiene relación con la violencia y todos los días con el miedo por la inseguridad”.
También expuso otro de los retos que deben ser atendidos de manera imperante, que es la pobreza alimentaria, que contiene múltiples indicadores y la situación de pobreza extrema infantil.
“Hay una alta probabilidad de que los niños que nacen pobres, sigan siendo pobres hasta su muerte y eso contribuye a la pobreza intergeneracional y que se agrave”, mencionó, al hacer notar que hay condiciones que afectan al desarrollo de un niño y una niña en su futuro, que es la desnutrición crónica, al registrarse baja talla y bajo peso al crecer, puesto que están relacionados incluso con el tamaño del cerebro y su crecimiento potencial en todas sus funciones; este indicador pone en riesgo la vida de los niños y de la generación presente y futura.
Al hablar de Morelos, Bucio Mujica informó que desde el 2012 al 2018 la pobreza infantil no disminuyó sino creció. “Este gobierno recibe un estado más pobre y eso es una diferencia porque en la mayoría de los estados disminuyó, pero en Morelos aumentó, sobre todo en niños y niñas”.
Casi el 60 por ciento de los niños y niñas y adolescentes en el 2016 eran pobres y en el 2018 el indicador marca que el 59 por ciento se encontraba en la misma situación. El grupo de cero a seis años, son los niños más pobres y son los que tienen menos presupuesto público e inversión, es el grupo que tiene mayor carencia en cobertura de servicios, en educación, en salud y en la seguridad social porque no hay mecanismos de aplicación automática y sus derechos se han ligado a la formalidad laboral que tienen los padres.
Además, destacó que el 27 por ciento de la población de niñez es indígena, y la pobreza en ese grupo sube del 59 al 74.5 por ciento; y en la población hablante de lenguas indígenas aumenta al 96.5 por ciento es decir más de nueve mil 500 infantes.
El funcionario federal, al hablar del panorama en Morelos, hizo notar que en los niños y niñas de cero a seis años, el 70 por ciento no tiene acceso a la seguridad social.
El consumo de drogas en personas de 12 a 17 años, entre 2008 y 2016 pasó del 0.7 al 12.6 por ciento, lo que representa un aumento del 800 por ciento y la tendencia es ascendente. “Hay que parar esa tendencia y buscar una reducción; si no la paramos, subirá al 15 por ciento de chicos en adicciones”.
Un tema adicional, subrayó, es el embarazo adolescente; en este estado, en los últimos cuatro años, en Morelos subió en el 2011 de dos mil 460 casos de madres de 9 a 17 años a tres mil 9 casos, es decir el 20 por ciento de aumento en siete años.
Tenemos muy bajo nivel de acceso a la cultura, al arte, la ciencia y el deporte, lo que está relacionado con la posibilidad de que los infantes y adolescentes no caigan en el crimen.
Morelos es un estado que tiene casi dos millones de habitantes y sólo nueve mil niños en pobreza extrema, lo que significa, que son casi localizables, para terminar en esta administración con la pobreza infantil.
Bucio Mujica recordó que hay experiencias positivas con ciertas intervenciones, que si continúan pueden incidir.
Puso como ejemplo que la cantidad de años de sobrevida de los niños con leucemia infantil pasó del tres al 90 por ciento con atención adecuada.
Entre los datos que dibujan la situación de la infancia, también destacó que aumentó en un 305 por ciento el número de denuncias de abuso sexual infantil en menores de cinco años y se registraron dos mil 808 denuncias por homicidio de niños, niñas y adolescentes.
Consideró que es prioritario (y es obligatorio por ley), que se elabore una estrategia estatal de primera infancia integral, para conformar a su vez la estrategia nacional. Esto implica entre otros principios, el dar prioridad a este rubro en la construcción del presupuesto anual y sexenal.