La diputada Erika Hernández Gordillo acusa al presidente de la Mesa Directiva de represión
La Mesa Directiva del Congreso del estado ha sido utilizada como medio de represión en contra de las diputadas del llamado G-8, ya que por más de tres meses se les ha retenido sus dietas y el salario de sus trabajadores, afirmó la diputada de Redes Sociales Progresistas (RSP), Erika Hernández Gordillo.
En entrevista, la legisladora local refirió que desde diciembre el presidente de la Mesa Directiva, Francisco Erick Sánchez, ha mantenido el control del presupuesto del Congreso del estado, que anualmente es de 400 millones de pesos, para tratar de obligar al G-8 a legislar en favor de un grupo de 11 diputados.
Hernández Gordillo afirmó que tampoco se les ha permitido presidir las comisiones legislativas para las que fueron designadas desde septiembre del año pasado.
Recordó que el G-8 está integrado por los diputados de los partidos Morena, del Trabajo (PT), Encuentro Social (PES) y Redes Sociales Progresistas, cuyos trabajadores dejaron de percibir su salario desde hace más de tres meses.
La coordinadora de la fracción parlamentaria de RSP refirió que desde diciembre pasado el G-8 promovió denuncias penales y juicios en materia electoral por los abusos de los que han sido víctimas y por el mal manejo del presupuesto del Congreso del estado.
Además de los actos de represión por la vía administrativa, señaló que se les sigue violentando y ahora el presidente de la Mesa Directiva pretende señalar al G-8 como el responsable de la parálisis legislativa, porque sus integrantes no asisten a las sesiones ordinarias de Pleno y a las reuniones de las comisiones legislativas.
"Queremos que se diga la verdad. Nos convocan de último momento a las reuniones y se dice que no queremos asistir, cuando es el grupo contrario que no nos ha permitido realizar nuestro trabajo en las comisiones", manifestó Hernández Gordillo.
Por su lado, la coordinadora de la fracción parlamentaria del Partido Encuentro Social (PES), Mirna Zavala Zúñiga, pidió a sus homólogos del G-11 dejar a un lado el discurso político "y avanzar a las acciones", para terminar con el conflicto político en el Congreso del estado y trabajar en el rezago.