Hasta el momento, no hay una postura de la familia Sicilia y su abogado, Julio Hernández Barros, que funge como coadyuvante en las investigaciones.
La mañana de este lunes, en el Centro de Mando de la Policía Federal, el coordinador regional de la corporación, Luis Cárdenas Palomino, presentó a Jesús Cárdenas Pérez alias “El Manos” y César Galindo alias "El Guasón", como unos de los presuntos multihomicidas y quienes fueron detenidos el domingo en Morelos.
Según el funcionario federal, Jesús Cárdenas Pérez, dedicado a la distribución de droga en el municipio de Jiutepec, confesó haber participado en el homicidio de siete personas el 27 de marzo en complicidad con el líder en Morelos del Cártel de Pacífico Sur (CPS), Julio de Jesús Radilla Hernández, alias "El Negro", y Julio Delgado, alias "El Jabón", por quienes la PGR ofrece una recompensa de hasta diez millones de pesos por cada uno.
"Señaló que las víctimas fueron privadas ilegalmente de su libertad frente al bar Obsession (ubicado en la colonia Progreso del municipio de Jiutepec), entre las cuales se encontraba el hijo del escritor Javier Sicilia. Lo anterior en represalia a un conflicto que en días previos habían tenido con alguna de las víctimas", dijo Cárdenas Palomino en rueda de prensa.
Respecto a César Galindo, alias "El Guasón", se informó que era distribuidor de droga y encargado de cuidar las casas de seguridad del CPS, y confesó que Hugo Enrique Rudesindo Guzmán, detenido junto con otro sujeto el 24 de abril por elementos de la Policía estatal por posesión de un vehículo robado, participó en el secuestro de las siete personas el 27 de marzo de 2011.
A pesar de estas detenciones, las autoridades federales y estatales no han dejado esclarecido el multihomicidio, pues quedan cabos sueltos y sin contestar las interrogantes de por qué, cómo y dónde ocurrió el múltiple asesinato.
Y es que con la detención de Rodrigo Elizalde Morán, alias “El Chemis”, el pasado 14 de abril, surgieron las primeras contradicciones.
Según “El Chemis”, las siete personas –entre ellas Juan Francisco Sicilia- habrían sido privadas de su libertad en el bar “Crudelia”, ubicado en la avenida Domingo Diez, alrededor de las 8:30 de la noche del 27 de marzo pasado, debido a un pleito que tuvieron con un grupo de sicarios, uno de ellos apodado La Burra, supuestamente por una mujer.
Después, habrían sido trasladadas a una casa de seguridad en la colonia Independencia –al norte de Cuernavaca- y finalmente asesinadas la madrugada del 28 de marzo.
De acuerdo con las declaraciones hechas el 15 de abril por el abogado de la familia Sicilia, Julio Hernández Barros, en la investigación existen datos indubitables y corroborados por las autoridades que indican, por cuanto se refieren al joven Juan Francisco Sicilia, que éste llegó al restaurante La Rana Cruda alrededor de las 8:50 y 9:00 de la noche del 27 de marzo.
El lugar ya estaba cerrado pero en el interior aún se encontraban otras seis personas, tres de ellas sus amigos. Se le permitió el acceso sólo para que se reuniera con sus amigos y de inmediato se retiraran del lugar.
Las otras seis personas abordaron un vehículo Civic y un Jetta, mientras que Juan Francisco se subió solo a su auto, un Tsuru azul. Los tres autos hicieron una parada en el Oxxo cercano al restaurante, lo cual fue corroborado con los videos del establecimiento, donde el joven Sicilia es captado por la cámara alrededor de las 9:07 de la noche.
Entre las 9:15 y 9:29 de la noche, Juan Francisco hizo una llamada y envió un mensaje de texto que no advierte de ninguna privación de libertad o algún ilícito en su contra, “sólo que está siguiendo a su amigo Luis y que quiere su amigo realizar una tontería y que él lo va a evitar”.
Desde esta detención, el abogado advirtió inconsistencias en el tiempo y lugar en que habría ocurrido el secuestro y homicidio de las siete personas.
Hasta el momento, no hay certeza del móvil del crimen, pues sólo se ha hecho referencia a un posible “conflicto” que habría tenido una de las víctimas con sus victimarios. Sobre el lugar donde las víctimas habrían sido secuestradas, se menciona los bares La Rana Cruda, Crudelia y Obssesion, cuyos lugares se encuentran a varios kilómetros uno de otro. En cuanto al lugar donde fueron privadas de la vida, se menciona que habría sido en Cuernavaca o Jiutepec.