Luego de que la Secretaría de Salud federal llamó a los profesionales de la salud del sector privado a evitar la compra de anestésicos de dudosa procedencia, la presidenta del Colegio de Médicos Cirujanos de Morelos Blanca Andrea Vega Vargas sostuvo que es competencia de las autoridades, verificar la comercialización de los medicamentos.

Además, manifestó la preocupación del gremio por el incremento elevado de los precios de las medicinas en general, hasta un 70 por ciento o más.

Vega Vargas expresó que también se debería reglamentar el incremento exagerado de precios en medicamentos en general, al anotar que en el último año, se elevó el costo al público de muchos de estos.

 La lideresa expuso que en el reciente caso de presunta contaminación de medicamentos que se usan para anestesia, que podrían haber causado casos de meningitis en entidades del norte del país, debe ser evaluado con responsabilidad. Destacó que las clínicas, hospitales y consultorios compran los medicamentos que circulan en el país y consideró que no es válido que se pretenda poner en la opinión pública la responsabilidad de los doctores.  

Subrayó que corresponde a la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios y sus homólogas estatales vigilar el cumplimiento de la norma en ese sector.

“Tenemos mucha preocupación porque obviamente los médicos compran los medicamentos, pensando en que cumple con las normas de calidad, al igual que la leche para los bebés; Cofepris debe estar atenta a que todo lo que circula en el mercado cumple con la ley, que no vengan contaminados, que no es peligrosa para la salud”, aseveró.

Por otro lado, la entrevistada hizo notar que es urgente que haya una reglamentación que evite el incremento descontrolado de los precios de las medicinas.

Refirió que antes de la pandemia de covid-19, un analgésico costaba entre 50 y 70 pesos el más barato, ahora -anotó- los pacientes van a la farmacia y tienen que llevar de mil a mil 500 pesos para comprar un tratamiento completo.

Expresó que es conocido que hay un mercado negro de medicamentos (de dudosa procedencia o incluso se ha dado alertas de posible falsificación, o venta de medicina ya caducada), pero subrayó que los médicos, revisan a los pacientes, hacen su diagnóstico y emiten recetas, pero la gente va a buscar sus medicinas por su cuenta.

“¿De quién es responsabilidad de que los medicamentos cumplan con la norma y no se comercialicen sustancias irregularmente?, pues del gobierno, de Cofepris y Coprisem. Ellos revisan, ellos deben garantizar que se cumpla la ley” aseveró, al tiempo de indicar que la venta ilegal de medicina también es responsabilidad de las autoridades de seguridad, pero no de los galenos.

Además, expuso que no solo subieron mucho los precios sino que también cambiaron las presentaciones, por lo que los pacientes se ven orillados a gastar más. Por ejemplo: “los pediatras recetan Binotal, que es una ampicilina, ya no hay de 250 miligramos, la venden de 500 miligramos y los doctores manejan las dosis en relación a la talla y el peso del bebé, no se le va a dar un medicamento de 500 miligramos. Todas esas deficiencias las tenemos que abordar y reunirnos con el sector salud para atender este aspecto”.

Vega Vargas mencionó que incluso hubo incremento en los precios de los medicamentos genéricos, por lo que hay personas que salen de la consulta y ya no les alcanza para la medicina.

No hay regulación ni políticas de apoyo para quienes no tienen acceso a seguridad social y en la mayoría de las ocasiones, cuando hay padecimientos leves la población no acude a hospitales del sector público por la saturación, pues tendrían que perder un día de trabajo para que los atienda su médico familiar. Lo anterior, sin contar que también hay deficiencias en instituciones públicas en abasto de medicinas, señaló.

Los medicamentos que más aumentaron son los antibióticos, analgésicos, los antivirales, entre otros, cuyo costo de dispara cuando se presentan padecimientos “de moda” (los que tienen más recurrencia) como la hepatitis, por ejemplo.

Vega Vargas informó que a través de los colegios y federaciones de médicos están pidiendo a los laboratorios que eviten el sobreprecio, para evitar prácticas como la venta clandestina y asegurar el acceso a la salud de la población, pero reiteró que son llamados de buena voluntad, pues el control lo tiene el gobierno.